El taraje del Puente de La Barca de La Florida es un ejemplar singular por muchos motivos, entre los que destacan la gran altura de su copa, el notable calibre de los cinco troncos que
brotan de una misma cepa y su magnífica estampa que se dibuja con el puente metálico del Guadalete como fondo. Este ejemplar pertenece a la especie
Tamarix africana que junto a
Tamarix canariensis (muy parecida) forman parte de la vegetación acompañante de muchos de nuestros ríos, arroyos y lagunas. Magníficos ejemplares de tarajes pueden verse a lo largo del curso del Majaceite o del Guadalete (ribera de Lomopardo, pies del cerro de La
Sierrezuela, Haza del Calvo...) y en la práctica totalidad de las lagunas. En algunos lugares llegan a constituir masas espesas, casi boscosas, como en el Tarajal de El Portal, amenazado actualmente por las obras de ensanchamiento del cauce del Guadalete. Es habitual ver también ejemplares aislados de tarajes o en pequeñas formaciones en hileras, escoltando muchos cursos de arroyos y desagües naturales que se conservan entre las lomas y cerros cultivados de la campiña y donde ponen una nota de color en la otoñada, cuando sus copas verdes se tornan ocres y amarillas hasta perder las hojas. A modo de ejemplo, pueden verse magníficos ejemplares aislados en el Torno de Carranza, en La Quinientas o en el Arroyo Salado de Caulina, por citar sólo algunos lugares.
Sin embargo, el taraje del Puente de La Barca, merece, por méritos propios, formar parte de ese selecto catálogo de
Árboles y arboledas singulares de la provincia de Cádiz. Si habitualmente los tarajes apenas superan los cinco metros de altura, este ejemplar sobrepasa los diez, descollando su copa sobradamente por encima del tablero del puente y confundiéndose con las celosías de la estructura de sus grandes arcos metálicos. Podemos llegar hasta él de manera cómoda, ya que se encuentra ubicado en la zona recreativa habilitada junto al Puente de La Barca y nos será fácilmente reconocible por el gran tamaño de su copa que ofrece una "sombra" o proyección de casi 150 m2. Pero sin duda, lo más llamativo es su enorme cepa de la que crecen cinco gruesos troncos, uno de ellos casi horizontal, con un calibre aproximado de medio metro de diámetro. A sus pies se ha instalado un merendero que, lamentablemente, supone un elemento de riesgo para este singular taraje que merecería mejor protección y una adecuada señalización.
Con el paso de las estaciones, el taraje del Puente de La Barca, muda su aspecto. Así, en primavera sus ramas desnudas se cubren de pequeñas flores de pétalos blancos que se agrupan en racimos erectos, ofreciendo por unos días un aspecto muy llamativo. Su copa se cubre pronto de pequeñas hojas verdes en forma de escamas, presentando por ello su follaje un aspecto ligero y grácil. En otoño e invierno, y hasta que la copa se desnuda, pasan sus hojas por las distintas tonalidades del ocre, naranja y amarillo mostrándolo aún más hermoso. El contexto en el que el árbol crece es también de gran interés por la proximidad de las alamedas del Guadalete y por el telón de fondo que en el vado de La Florida ponen la silueta del puente metálico, del arco de hormigón del Acueducto de los Hurones y del puente atirantado que construyera Torroja para el Acueducto del Tempul. Por todas estas razones, bien merece una visita.
Actualización (2 de abril de 2009)
“Poda salvaje” de un árbol singular
Hace unas semanas dedicábamos la entrada sobre árboles singulares de nuestro entorno al Taraje del Puente de La Barca. Destacábamos sus valores (anchura de la copa, altura, densidad de su follaje…) y apuntábamos que uno de los principales motivos por los que fue declarado en su día como “árbol singular” residía en lo cinco gruesos troncos que nacían de un mismo pie. Y decimos nacían, en pasado porque ya no quedan más que dos. La “singularidad” le ha durado poco a este magnífico ejemplar de taraje incluido en el Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía. Como denuncia
Ecologistas en Acción de Jerez, a finales de febrero se ha llevado a cabo “una poda salvaje” (nosotros hablaríamos, después de
ver como ha quedado, de una “tala parcial”). Como señala Ecologistas en Acción, la singularidad de este ejemplar…
“no ha bastado para que, quienes debieran velar por su protección, hayan destruido parcialmente este magnífico ejemplar mostrando desconocimiento o desprecio por los valores que el Taraje del Puente de La Barca “poseía” Este taraje era un ejemplar singular por muchos motivos, ente los que destacan la gran altura de su copa, el notable calibre de los cinco troncos que brotaban de una misma cepa y por su magnífica estampa que se dibujaba sobre el puente metálico del Guadalete como fondo”.
Según hemos podido comprobar en una reciente visita al lugar, todo parece indicar que as labores de poda llevadas a cabo en todo el arbolado del parque fluvial de La Barca, no se han andado con “miramientos” y
han afectado también a este ejemplar de taraje, que por su magnifico porte y especiales características había sido reconocido como “Árbol Singular”.
Como ya ha denunciado Ecologistas en Acción “
…lamentablemente de todo ello hablamos ya en pasado ya que a finales de febrero se han talado tres de sus cinco troncos (uno de los motivos de su singularidad) y se ha practicado una poda abusiva en toda su copa que ha quedado enormemente reducida. Quien ordenó la poda (casi una tala) debiera explicar porqué no se respetan ya ni a los árboles reconocidos a nivel andaluz como SINGULARES, uno de los pocos de nuestra campiña, que, lamentablemente, ha dejado de serlo”.
¿Alguien dará explicaciones por ello?.
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