Sabíamos desde antiguo (nos bastaba sólo mirar a nuestra madre, a nuestras tías, a nuestras vecinas…) que las mujeres mueven el mundo. Y lo hacen posible cada día. Habíamos aprendido también que, injustamente, su trabajo constante e incansable ha sido silenciado y ha ocupado siempre un plano secundario en esa historia que, invariablemente, ha sido escrita por hombres. Por eso (por otras cosas también, pero sobre todo poro eso) nos hemos sentido reconfortados tras la lectura del libro “Al hilo de la conversación. Voz, Memoria y vida cotidiana de las mujeres del campo” una historia coral que, de alguna manera, es también un reconocimiento al trabajo llevado a cabo durante décadas por todas las mujeres del mundo rural.
Este hermoso libro del que es autora María Teresa Fuentes Caballero, ha sido editado recientemente por el Servicio de Publicaciones de la Diputación de Cádiz. Como se apunta en su contraportada “En La barca de la Florida un grupo de mujeres se reúnen durante unos meses, al hilo de la conversación, y sin abandonar la labor que cada cual trae al encuentro, “alumbran un ramillete de historias de vida que son, a la vez, una magnífica colección de lecciones de lucha, coraje y superación en un tiempo de silencio, gris, plagado de injusticias y adversidades”.
Las narraciones que la autora recoge son un testimonio de primer orden sobre las difíciles condiciones de vida en nuestro entorno rural, desde los años treinta del siglo XX hasta nuestros días. Las historias personales que en esta obra se relatan nos hablan de trabajo duro y de penalidades, de la larga posguerra, -más larga aun en el mundo rural-, de la lucha por salir adelante en un medio adverso contada por un grupo de mujeres auténticas protagonistas de esta obra.
A través de los diferentes capítulos del libro, la autora organiza y da forma a las historias de vida que iban aflorando en las sesiones de trabajo del Taller de Memoria y Narrativa “Coser y c@ntar” (La Barca, 2006) y en posteriores entrevistas con sus participantes, mujeres de edades comprendidas entre 60 y 80 años. En la pre sentación, la autora justifica su trabajo para tratar de “hacer visible la historia oculta de las mujeres”. El primer capítulo “La Tierra prometida”, es de gran interés para conocer los testimonios sobre las condiciones de vida en los primeros poblados de colonización y de esa “visión” de la campiña de Jerez para los primeros colonos como “tierra prometida”. En “Infancias recuperadas”, se hace memoria de las “niñas trabajadoras”, del mundo de la escuela (“los niños primero”), de las figuras del padre y de la madre, de la primera comunión del paso de niña a mujer (“la sexualidad silenciada”)… En el tercer capítulo (“El matrimonio como destino”) afloran los relatos sobre el noviazgo, el amor, la boda, el matrimonio, los embarazos, la crianza de los hijos... La Guerra Civil y sus recuerdos es objeto de otro capítulo, cerrándose el libro con las reflexiones de las protagonistas sobre la madurez, la viudedad y la vejez.
Junto a todo lo anterior, Al hilo de la conversación es un trabajo de obligada lectura para quienes quieran acercarse al conocimiento de los aspectos sociológicos y antropológicos de nuestro entorno rural. En este sentido aporta interesantes datos sobre la estructura familiar y social, las costumbres, los ritos y, en definitiva, la cultura popular de los pueblos de colonización, de ese Jerez rural sin el que no podríamos entendernos.
Y todo ello de la mano de las historias de vida, hermosas historias de lucha, trabajo y dignidad de un grupo de mujeres de La Barca cuyos nombres escribimos a modo de sencillo homenaje y decimos María la costurera, María Álvarez, María Marín, Pepa P., Ana, Pepita, Antonia , Isabel, Cuqui, Encarnación B., Pilar, Remedios, Encarna García, Encarna B. y Josefa.
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