Entre los libros más hermosos que se han editado en esta provincia durante los últimos años se encuentra, a buen seguro, el que lleva por título “La Aves de la Bahía de Cádiz”, publicado por el área de Medio Ambiente de la Diputación de Cádiz , obra de Juan Tebar Carrera y José Luque Vela.
Esta obra es, ante todo, un “ensayo fotográfico” en la que sus autores, naturalistas y fotógrafos, han “escrito” las más bellas páginas que puedan imaginarse sobre el rico patrimonio natural y la avifauna de la Bahía de Cádiz. Pero es algo más que un libro de fotos. Como escriben sus autores “las fotografías llenan nuestras vidas y las aves llenan nuestras fotografías, si no fuéramos naturalistas no seríamos fotógrafos; por lo tanto, que mejor que ensalzar las aves que utilizan este mismo lugar que nosotros para vivir.” En la presentación del libro Juan Manuel Fornel, Director-Conservador del Parque Natural Bahía de Cádiz, expresa muy acertadamente que este trabajo recoge “…fotos de pájaros como les gusta decir a sus autores, pero fotos llenas de vida, de movimiento, que nos acercan a la intensa actividad que se desarrolla en el Parque Natural, al tiempo que nos aproximan a la biodiversidad que el mismo acoge”.
La Bahía de Cádiz es ese espacio natural tan cercano y tan desconocido, rodeado de grandes ciudades (Cádiz, El Puerto, San Fernando, Puerto Real, Chiclana, Jerez..), de carreteras y autovías por las que circulamos sin que la prisa nos deje disfrutar y apreciar los hermosos parajes de marismas y playas, las redes intrincadas de caños y esteros, las casas salineras, los molinos de marea, la singular vegetación… y las aves. Porque el Parque Natural de la Bahía de Cádiz es un auténtico paraíso de las aves.
Cuando en 1989 se declararon estos amplios espacios marismeños como Parque Natural, se quiso reconocer y proteger su singularidad, sus valores paisajísticos y su biodiversidad. El Parque incluye los Parajes Naturales de la Isla del Trocadero y la Marisma de Sancti Petri y alberga también el Monumento Natural de La Punta del Boquerón. El reconocimiento internacional de sus valores naturales le vino de la mano de su declaración como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPZ) a la que se añadió su clasificación como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) por la Unión Europea y su catalogación como Humedal de Importancia Internacional (Convenio Ramsar). Todo ello no hace sino recordarnos que, este espacio natural que tenemos tan cerca, este humedal rodeado de ciudades, se encuentra ente los de mayor importancia ecológica del país.
Libros como “La Aves de la Bahía de Cádiz” ponen de relieve estos valores que comentamos, centrando su mirada en la avifauna. No en balde, junto a los peces, las aves son las principales protagonistas de este espacio natural que en sus más de 10.000 hectáreas, ofrecen amplias zonas de marismas y humedales de aguas someras en las que se alimentan especies tan singulares como los inconfundibles flamencos, o las llamativas espátulas, las pequeñas cigüeñuelas, las gaviotas, los charrancitos… así como otras muchas especies de limícolas, anátidas o láridos, que pueblan salinas, esteros, caños marismas y playas. Más de 80.000 aves de 62 especies distintas se contabilizaron en el censo de invernada de 2008, cifras que en nuestra Comunidad sólo supera el parque Nacional de Doñana. De toda esta gran riqueza natural, a través de imágenes de gran belleza, es exponente esta obra.
El libro incluye una amplia selección de las especies más representativas de la Bahía, dando cuenta de las nidificantes, de las invernantes y de aquellas que utilizan este humedal como escala en sus rutas migratorias. Así, a lo largo de sus páginas, junto a las especies ya mencionadas, disfrutaremos con magníficas imágenes de otras muchas como gaviotas reidoras y patiamarillas, garcetas, cormoranes, avocetas chorlitejos, canasteras, agujas colinegras, archibebes, alcatraces, somormujos, garzas reales e imperiales, correlimos, zarapitos, ostreros, avetorillos,… Entre las especies de rapaces que pueden observarse, en La Bahía, el libro ofrece magníficas imágenes de cernícalo vulgar, lechuza, autillo o búho chico, por citar sólo algunas. De la misma manera se recoge una serie imágenes de los parajes de marismas de La Bahía de Cádiz vistos desde el aire que resultan, cuando menos, sorprendentes por su belleza.
Entre los muchos lugares en los que han sido tomadas las fotografías, y en los que nos será posible también disfrutar de la observación de aves mencionaremos La Salina de La Tapa, Los Toruños-Río San Pedro, el Paseo Marítimo del barrio de Rio San Pedro, Salina Dolores, Poblado de Sancti Petri, Playa de la Casería, Caño de Sancti Petri o el Paseo Marítimo de Puerto Real, por citar sólo los de más fácil acceso.
Para terminar, nada mejor que estas palabras de los autores en la que nos trasladan la finalidad última de su trabajo: “Cuando por fin nos habituamos al medio, empezamos a conocer el verdadero duende de la marisma, el sonido del agua cantarina escurriendo por la compuerta de la salina, el chillido nervioso del archibebe, el grito de alarma de la avoceta, el murmullo de los flamencos cuando presienten el peligro, la zambullida del los charranes cuando pescan, el color del salado en flor, el blanco puro de la sal, el inolvidable olor de los fangos de los caños.. Es entonces cuando comprendemos disfrutamos de este entorno singular, que tenemos tan próximo y por el que sentimos la obligación de conocerlo para así poderlo proteger y conservar para generaciones venideras.”
Para saber más:
- Enlace a Exposición Virtual
- Página del autor
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5 comentarios :
Preciosa e interesante entrada. Uno en este blog descubre muchos secretos de la naturaleza de nuestra provincia. Tengo de todas formas que plantearos una cuestión. Yo, que me crié en el barrio de la Colegial, la hoy Catedral, nunca vi tantas gaviotas sobrevolando su cúpula y torre como desde hace pocos años. Que Jerez es una ciudad costera a mí no me lo discute nadie, que tardo menos en llegar a la playa que uno de Chiclana, pero ¿a qué se debe esa proliferación de gaviotas en esta parte de nuestra ciudad??
¿Alcatraces en la bahía? Quien lo diría.
Las gaviotas (como las cigüeñas), amigo MABS, ya no son lo que eran... Acuden a la "comida fácil" y nada mejor que los entornos urbanos cercanos a la costa. En los tejados de La Calandrias (nuestro vertedero) pueden verse a cientos, al igual que las cigüeñas, que "residen" ya todo el año en la vieja azucarera de El Portal, en cuyas cercanías tienen asegurada la "comida". Una escena que parece sacada de aquella película "Los Pájaros", es la que se repite en los patios de muchos colegios e institutos (como el mío, sin ir más lejos). Toca el timbre, se van los niños... y se llena de gaviotas que van a dar cuenta de los restos de bocadillos. Increible, pero cierto. AGL
¿Y que hacen los cormoranes en Benamahoma, o en el Pantano de los Hurones? Pues si señor. El propietario de la piscifactoria de Benamahoma ha tenido que proteger con redes la piscifactoria para que los cormoranes no se inflen de comer truchas.
Hoy la ruta ha sido preciosa, hemos salido desde la Casa del Farero en sancti Petri hacia los limos de las marismas que llegan hasta la pasarela que recorre Camposoto. Nuestro parque natural tan poco conocido y con tantas postales que descubrir.
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