31 enero 2011


Guadalete: “el río que nos lleva”.



El Centro de Estudios Históricos Jerezanos y el Grupo Romero Caballero vienen desarrollando el Ciclo “II Aulario Permanente de Historia de Jerez” que está teniendo lugar todos los miércoles, a las 21,00 h., en el salón de actos de la Escuela de Hostelería de Jerez.

El próximo miércoles 2 de Febrero, uno de los coautores de este blog, Agustín García Lázaro, se “estrena” como miembro del Centro de Estudios Históricos Jerezanos con la ponencia titulada “Guadalete: el río que nos lleva”.

Tomando como pretexto el título de un célebre libro de José Luis Sampedro, trataremos de exponer que el Guadalete es también, por muchos motivos, “el río que nos lleva”. En feliz expresión del arquitecto Manuel González Fustegueras, “el Guadalete es el ADN de nuestro territorio”, testigo y protagonista de nuestra historia, vertebrador del espacio provincial, creador de riqueza…

En nuestra charla abordaremos todas estas cuestiones centrándonos en el papel que el río ha jugado en la historia y en cómo ha sido escenario de numerosos episodios históricos. Desde la temprana ocupación de sus riberas ya en el Paleolítico Inferior… hasta nuestros días, trataremos de hacer un recorrido por las culturas de la antigüedad, por la presencia romana y árabe en el río y su cuenca, para ocuparnos también de los siglos medievales en los que fue territorio fronterizo.

El río como vía de comunicación, el papel que jugó el embarcadero de El Portal, la construcción del Puente de Cartuja… tendrán también un lugar en la ponencia en la que hablaremos de los proyectos de canalización y de unión con el Guadalquivir y el San Pedro que se desarrollaron durante los siglos XVI y XVII. Las correcciones de cauce del s. XVIII, los primeros molinos de marea, o la aparición del ferrocarril y de los primeros puentes de hierro sobre sus aguas a lo largo del s. XIX, serán también abordados. Ya en el siglo XX, nos centraremos en la “domesticación” del río con la construcción de los embalses, los proyectos de canalización, la colonización de las vegas… para terminar con las páginas que el Guadalete escribe en la actualidad de la mano de los nuevos regadíos y de la restauración de sus riberas y cauce.

Las personas interesadas pueden asistir, si lo desean, a esta charla que, recordamos, tendrá lugar el próximo miércoles día 2 de febrero a las 21,00 h. en la Escuela de Hostelería.
Os esperamos
.

26 enero 2011


Un siglo de podas… abusivas




A quienes paseen estos días por el Parque del Retiro o, especialmente, por la Ronda de los Alunados (por citar sólo algunos rincones de la ciudad), les habrá llamado la atención la poda a la que han sido sometidos los fresnos o los plátanos de sombra que crecen en esos espacios públicos.

Como sucediera con los eucaliptos del González Hontoria (en el cruce de las avenidas Alcalde Álvaro Domecq y del Éjercito) que sufrieron en su día talas abusivas, los plátanos de la Ronda de los Alunados ofrecen estos días un triste aspecto y sus troncos terciados (casi podríamos decir “amputados”), nos recuerdan en algunos ejemplares al torso del “Minotauro” a quien popularmente se bautizó como “el mutilao”. Igual que estos árboles. Los viejos fresnos del parque de El Retiro, transformados en patéticas columnas vegetales tras su poda, son como esos plátanos, un dramático monumento a la supervivencia.

No dudamos que, bien por enfermedad, bien por lo deformado de sus copas, estos árboles están ya amenazados. Sin embargo, como han hecho otros ciudadanos en sus denuncias a los medios de comunicación, nos preguntamos si las podas realizadas, podrían haberse hecho mejor.

Lo que vemos nos ha hecho recordar un artículo publicado en el diario jerezano “El Guadalete”… hace más de CIEN AÑOS. Lean y verán cómo no pasa el tiempo en lo que a las podas del arbolado urbano se refiere.

POR EL ARBOLADO. “El Guadalete”, 17 de diciembre de 1902.

"Ya estamos en la época del año en que deben hacerse las plantaciones del arbolado en los paseos, calles y jardines públicos, así como las podas de los que la necesitan, y creemos que la autoridad debe preocuparse algo de la forma en que se llevan a cabo estas operaciones, mirando por el ornato público y por los intereses del municipio.

Lo que en otras poblaciones es objeto de cuidadosas atenciones, aquí se desprecia; un árbol parece que ha sido siempre para nosotros cosa despreciable, que solo servía para obtener de él leña y que se entregaba a cualquier obrero, quien, hacha en mano, podía cortar y rajar cuanto le viniera en ganas. Procurar el cuido y frondosidad del arbolado, investigar las podas para que se efectúen sin detrimento de los árboles ni mengua del ornato público, jamás se ha hecho aquí; y resulta que el estado en que vemos los árboles de los paseos y calles es lamentable.

No es posible encontrar como en los paseos de Málaga, Granada y Sevilla, árboles corpulentos y de copas frondosas: aquí por todas partes crece un arbolado enclenque, torcido, lleno de las señales del hacha bárbara que lo mutiló y no le deja desarrollarse nunca.

Eso no puede obedecer sino al sistema de poda brutal que aquí se emplea, y que consiste en cortar las ramas grandes, impedir la formación de las copas, y convertir a los pobres vegetales en altas berlingas en cuya cima se admiran sólo por los pájaros un pequeño plumero de hojas en vez de lo que debiera ser ancha y frondosa copa.

Quien lo dude que vea las podas hechas a las hermosas acacias de la alameda de las Angustias y se observará como han caído al suelo grandes palancas y han sido desechas las copas de las más de ellas. Hasta las palmeras ha llegado la saña de los podadores, cortando a algunas, magníficas, hasta cinco o seis círculos de hojas, lo cual supone haber destruido treinta o cuarenta ramas: es decir, haber destrozado la copa.

Lo mismo sucede en todos los jardines, así no es posible tener nunca arbolado: porque el vegetal pierde vitalidad y desarrollo y al cabo muere prematuramente.

Tienen que oír las razones que dan los jardineros cuando se les pregunta por qué hacen esas podas: unos dicen que cuando la copa de las palmeras es muy frondosa, se crían mal las florecillas que se plantan a sus pies, por lo cual es preciso abrir camino al sol; es decir, que se destroza la copa de una magnífica palmera, para que luzcan más las yerbecillas de los parterres, como si esto fuera lo principal, y no el hermoso vegetal que vale y cuesta mucho dinero y que necesita años y años para desarrollarse; otras veces dicen que se poda así, para evitar que se crucen las ramas; y no hace muchos años a un magnífico álamo negro de la alameda de Fortún de Torres, el mejor sin duda de todos los árboles, se le cortó una enorme rama bajo el pretexto de que avanzaba demasiado sobre el paseo a una altura imposible de molestar el tránsito.

¿Será verdad como dicen algunos que este sistema de poda obedece a la necesidad de hacer mucha leña? Es un colmo, dedicar el arbolado de adorno de nuestros paseos a leñas, como si se tratara de un pinar.

Otras graves deficiencias que respecto al arbolado se nota, es la tardanza en reponer las marras y la manera defectuosa y tardía con que suele hacerse. Hemos olvidado los años que hace están sin reponer las marras de naranjos de la Corredera, en el paseo de Capuchinos se plantaron en invierno pasado cerca de 200 árboles de los que más fuertemente arraigan, y ni uno solo ha podido vivir; tal estuvo hecha la plantación.

Precisa, pues, que la autoridad intervenga de un modo directo y eficaz en todas las operaciones que al arbolado se refieren.

El futuro Parque de Capuchinos va a plantarse ahora, según los propósitos del Sr. González Hontoria, formando las calles principales de palmeras y de otros árboles; suponemos que se hará la plantación antes de febrero y que cuando llegue el verano, habrá agua abundante para regarlos, porque de lo contrario, será lo mismo que tirar el dinero.

También debieran hacerse ahora las plantaciones en los andenes del antiguo callejón de Los Alunados, hoy trozo de ronda, y en toda la parte por la explanada de la ronda, así como debiera darse órdenes para reponer todas las marras del Paseo de las Delicias, bajada de la Alcubilla, camino de Cartuja y en la explanada de San Telmo, donde podía señalarse con arbolado una alameda que en aquel sitio de tan hermosas vistas debiera levantarse.

No hay adorno mejor ni más barato, ni más útil que un árbol. La naturaleza se encarga de embellecerlo, pero es preciso que se le cuide, se le proteja y defienda contra los accidentes naturales y la mano del hombre. A desarrollar ese adorno, el más encantador de las poblaciones, a mejorarlo y hacerlo respetar debe dedicarse sin descanso la administración pública, como una de los más preciados intereses a su custodia confiados."



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20 enero 2011


“100 años de imágenes de Jerez”


Portada del libroLa librería La Luna Nueva ha publicado recientemente uno de esos libros que “se estaban esperando desde siempre”, una de esas obras que se echaban de menos en nuestro panorama editorial y que, por la complejidad que entrañaba su elaboración, estaban aún “pendientes” de abordarse. Pero el momento ha llegado y el resultado no ha podido ser mejor: “100 años de imágenes de Jerez”.

El libro, del que son autores Diego Caro Cancela, Ramón Clavijo y Fátima González, trata de nuestra historia más reciente y lo hace con el apoyo de una amplia selección de imágenes, muchas de las cuales se publican por primera vez. Si lo prefieren, también puede ser definido como un libro de imágenes que reflejan los más variados aspectos de la ciudad y su entorno en los dos últimos siglos, pero que cuenta con el apoyo imprescindible de un relato histórico riguroso. Sencillamente, algo que hasta ahora nunca se había hecho y que, por ello, convierte a este trabajo en un valioso testimonio para conocer mejor nuestro pasado reciente.

Puente de Cartuja y monasterioComo señalan los autores en la presentación, el propósito de “100 años de imágenes de Jerez” ha sido “hacer un libro de historia armonizando textos e imágenes. O dicho de otra manera, que unos breves textos puedan servir para contextualizar y explicar adecuadamente las numerosas imágenes que se ofrecen, con la pretensión de conocer mejor nuestro reciente pasado”. Las fotografías seleccionadas por los autores se convierten así en algo más que meras ilustraciones, siendo un soporte visual de primer orden que permite acercarnos mejor a los principales acontecimientos de la ciudad, a la comprensión de su vida cotidiana, de su fisonomía urbana y de su entorno.

El libro se estructura en nueve capítulos. Los que se ocupan del medio físico y el paisaje, la ciudad, las fiestas, la cultura y la vida cotidiana han sido escritos por Ramón Clavijo, Director de la red de Bibliotecas municipales y autor de otras muchas publicaciones sobre temas locales. Los dedicados a la descripción de las actividades económicas, la evolución de los grupos sociales y los principales sucesos políticos que marcaron la vida jerezana de los últimos dos siglos son obra de Diego Caro, profesor de la UCA, historiador e investigador de reconocido prestigio, coordinador y coautor (entre otros muchos títulos) de la mejor y más completa Historia de Jerez. Fátima González, bibliotecaria e investigadora, ha colaborado en las tareas de búsqueda y organización del material gráfico que se ofrece: una valiosa selección de 274 documentos visuales (fotografías, grabados, dibujos, mapas…) que hacen de este libro una obra singular y muy valiosa.

Cada capítulo nos introduce en un ámbito de la vida de nuestra ciudad de la mano de unos cuidados textos –un logrado esfuerzo de síntesis histórica en la que se combinan el rigor de los datos y la amena narración de los hechos descritos- y de un selecto repertorio de testimonios fotográficos, grabados y mapas, como no habíamos visto hasta ahora en ninguna otra obra. No es de extrañar por ello que se haya conseguido reflejar con tanto acierto la profunda transformación que la ciudad, su entorno y, muy especialmente, sus habitantes, han experimentado en estos dos últimos siglos.

Como señalan los autores en la presentación, a lo largo de las páginas del libro podremos contemplar “una ciudad que vio como cambiaban sus calles y plazas, cómo nacía, se desarrollaba y entraba en crisis su industria vinícola, que fue testigo del paso de varios reyes, de dos dictaduras y dos repúblicas, y que presenció como sus tradiciones y fiestas también cambiaron, algunas hasta desaparecer, mientras otras alcanzaban más pujanza y esplendor. Una ciudad que vio llegar los adelantos tecnológicos de la moderna civilización industrial como el ferrocarril, el automóvil, la electricidad o el cinematógrafo, pero que también ha mantenido hasta hoy su impronta agraria, ganadera, bodeguera y flamenca. Una ciudad, en fin, que se ve reflejada en instantes fugaces, pero imborrables, que ha dado nombres fundamentales a la cultura contemporánea y que ha creado y mantenido unas señas de identidad, tan propias, como inconfundibles, en la reciente historia de España”.

El libro está abierto a incorporar, en futuras ediciones, nuevas fotografías, nuevos testimonios y documentos visuales que amplíen aún más, si se nos permite la expresión, la “historia gráfica y visual de la ciudad” que ya, de manera tan completa se nos presenta en este trabajo. Justo es reconocer aquí el gran esfuerzo editorial que sus promotores, la librería jerezana “La Luna Nueva”, han realizado, ” uno más en su trayectoria de apoyo a la difusión de la cultura en esta ciudad”.

Para quienes se interesan por la historia de Jerez y, en general, para todos aquellos que quieran acercarse al conocimiento de nuestra ciudad en estos dos últimos siglos, “100 años de imágenes de Jerez” es un libro de obligada lectura, un “pequeño tesoro” que ganará aún más valor en el futuro por ser el testimonio escrito y visual de una época. Un libro de esos que no pueden faltar en nuestra biblioteca.

Nota.- Las 3 últimas fotografías que aparecen en esta entrada son reproducciones de las contenidas en la obra de referencia.

En Publicaciones se referencian otras obras relacionadas con nuestro entorno.
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14 enero 2011


Una fuente con historia: la Fuente de la Salud, en las Peñas del Cuervo (II)


Fuente de La Salud
Un paraje con historia.

Desde el paraje de las Peñas, junto a la Fuente de la Salud, una suave ladera desciende hasta una vaguada por donde discurre el Arroyo de Los Prados, cuyo valle pone en comunicación este antiguo fondo de marisma con los Llanos de Caulina. Frente a nosotros destaca en el horizonte el alto de Montegil, en cuya cumbre se instaló a comienzos del XIX una torre para el Viña Santa Lucíatelegráfo óptico. Las tierras más cercanas a estas laderas donde brota la Fuente de la Salud, son las de los cortijos de Santa Lucía, Gazañina, El Mirón , El Cuervo Grande… Hacia el oeste llamarán nuestra atención los grandes silos de cereal que se levantan junto a la antigua estación de Ferrocarril de El Cuervo, por donde penetraba el caño de la Marisma de El Cuervo, a través de los esteros de Capita y Casablanca. En la falda del cerro de Montegil divisamos también las tierras de Los Prados y de Haza de La Torre, que recorreremos en otra ocasión ya que guardan interesantes vestigios del paso de antiguas culturas.

Situación de la 'Fuente de la Salud' y las 'Peñas del Cuervo'
Como señalan R. González Rodríguez y D. Ruiz Mata, las marismas penetraban hasta el fondo del valle por donde discurre el Arroyo de los Prados, habiendo sido colmatadas progresivamente en época histórica por la acumulación de sedimentos procedentes de la Silos de cereales en El Cuervoerosión. No es de extrañar por ello que en el entorno de la Fuente de la Salud y otros enclaves cercanos, han sido encontrados vestigios de pequeños asentamientos protohistóricos pertenecientes al Bronce final (silos X y IX a.C.) ubicados en los alrededores de la antigua Marisma de El Cuervo, en toda la zona comprendida entre las Peñas y el citado arroyo. J. Ramos y otros autores, en un interesante estudio sobre Tecnología lítica de las edades del cobre y bronce en las marismas del Cuervo dan cuenta de un buen número de yacimientos repartidos por estos parajes. El Cortijo del Cuervo Grande, Cuervo Chico, Peñas del Cuervo, Laguna de los Tollos, Viña santa Lucía, Haza de la Torre, Estación del Cuervo… son algunos de los enclaves que guardan testimonio del paso de otras culturas desde el Neolítico final al Calcolítico, Bronce y Bronce final.

La presencia romana en los alrededores de la Fuente de la Salud está también más que atestiguada. Por citar sólo algunas referencias, mencionaremos aquí los trabajos de Pierre Sillieres, quien en su ya clásica obra Prospections le long de la Via Augusta, da cuenta de sus hallazgos a lo largo del recorrido de la Vía Augusta entre Córdoba y Cádiz y menciona los Entorno de la Fuente de la Saludmateriales cerámicos y otros restos que encuentra en la Fuente de la Salud. Según este autor, el emplazamiento corresponde a “una verdadera villa en la que los vestigios esparcidos por las labores cubren 5 o 6 hectáreas. Restos de estuco pintado y de teselas de mosaico evocan una villa urbana bastante lujosa. Instalada al pie del escarpe calcáreo ocupado por el pueblo de El Cuervo, se extendía en suave pendiente al borde de un importante punto de agua y estaba poco distante de la marisma de El Cuervo, extremidad del estero de Asta et Nabrissa”. (La traducción es nuestra).

Otro ejemplo de la huella de Roma en la zona de Peñas del Cuervo es la inscripción en mármol que se conserva en el Museo arqueológico de Jerez, procedente del Cortijo de El Cuervo Grande, aunque al parecer fue hallada en la Fuente de la Salud, donde, como señala el profesor Pedro Sáez Fernández, quien ha estudiado la inscripción, “se ubica una villa con un parte urbana bastante amplia”. Se trata de una pieza de 17,6 cms de largo por 11, 5 cms de ancho, que pudiera datarse “en una fecha de la primera mitad del s. II d.C. o quizás algo anterior”, en la que puede leerse el siguiente texto: “D(i) M(anibus) S(acrum) Sarapia cvs vixit a.n.n. XX Entorno de la Fuente de la Salud(…)”: “A los dioses Manes. Sarapiacus. Vivió XX (…?) años.” El citado autor afirma que “se trata de la inscripción funeraria de un esclavo, Sarapiacus, a juzgar por la inexistencia de tria nomina”. Por no abundar en los numerosos vestigios de la época romana en la zona, sobre los que volveremos en otra ocasión, destacaremos el hallazgo en Los Prados de un horno romano, con planta circular y pilar central, relativamente bien conservado.

El entorno de la Fuente de la Salud fue durante la época antigua y medieval, un frecuentado cruce de caminos. Debemos recordar que en estos parajes de las Peñas del Cuervo se unen la cañada real de Trebujena, la de Jerez a las Cabezas de San Juan, la de Casinas y la de Peñas del CuervoGibalbín. Ello permite la comunicación de este enclave con las marismas, la campiña de Jerez y la sierra de Gibalbín, siendo también paso obligado de los caminos que se dirigían a Lebrija y los Llanos de Caulina, a través del arroyo de los Prados y Montegil.

¿Qué queda hoy de la Fuente de la Salud? Hasta mediados de la década de los 80 del siglo pasado, la fuente mantuvo un caudal regular. Junto a las propiedades curativas y medicinales que los lugareños atribuían a sus aguas, sus aportes eran utilizados para el riego de huertas y los sobrantes alimentaban el Arroyo de la Salud, en cuyas orillas crecían frondosos cañaverales. R. Molina, autor de la ficha sobre la Fuente de la Salud que figura en el inventario de Manantiales y Fuentes de Andalucía, informa que “hace unos años era una huerta muy valorada en la zona y había un cañaveral enorme en los alrededores de la fuente. Este cañaveral atraía miles de estorninos, ave migratoria, cuya caza con enormes redes que cubrían todo el cañaveral era espectacular. Varios carros llenos de pájaros eran el resultado de la cacería. La presencia de aves anilladas hacia interesante ver cual era la que procedía de un país más lejano”.

Vista panorámica del emplazamiento de la Fuente de la Salud
Con el inicio de las explotaciones de la cantera de arenas silíceas “El Tollón” en 1985, que a decir de los vecinos afectó seriamente a la fuente, todo su entorno se vio también seriamente alterado. Tras el abandono de la explotación, la fuente ya no volvió a ser la misma y los cortados de las Peñas, así como la cañada, fueron ocupadas con construcciones y corrales trayendo como consecuencia el deterioro paisajístico y medioambiental que hoy se aprecia. En la actualidad, todavía la surgencia es utilizada para el riego de las huertas colindantes, habiéndose construido varias balsas con la que se riegan también unos invernaderos. R. Molina señala que el caudal medio del manantial, que en raras ocasiones suele secarse, oscila entre los 10 y 100 litros por segundo.

Laguna de Los Tollos
Ahora que la cercana Laguna de los Tollos parece haber encontrado la senda de su recuperación con proyectos de restauración recientemente aprobados, no estaría mal que se recordara que, tanto el paraje de las Peñas del Cuervo, como el de la Fuente de la Salud, podían incorporarse al mismo para recuperar así un enclave de gran interés geológico, paisajístico y cultural que no podemos dejar que se pierda definitivamente.

Para saber más:
- Estudio general de las actividades extractivas en la provincia de Cádiz. Consultora G-3. Sevilla. 1991
- González Rodríguez R. y Ruiz Mata, D.: Prehistoria e Historia antigua de Jerez, en “Historia de Jerez de la Frontera. De los orígenes a la época medieval”. Tomo 1. Diputación de Cádiz. 1999.
- Gutierrez Mas, J.J. et alt.: Int. la Geología de la provincia de Cádiz. Universidad de Cádiz. 1991.
- Molina Fernández-Miranda, R.: La Fuente de la Salud, en “Manantiales y Fuentes de Andalucía”. Agencia Andaluza del Agua. Consejería de Medio Ambiente.
- Ramos Muñoz, J, et alt.:Tecnología lítica de las edades del Cobre y Bronce en la marisma del Cuervo (Jerez de la Frontera, Cádiz)”. SPAL: Revista de prehistoria y arqueología de la Universidad de Sevilla. Nº 1, 1992, pags. 151-178.
- Sáez Fernández, P.:Tres inscripciones romanas en la provincia de Cádiz”. Habis, nº 22, 1991, pags. 273-281.
- Sillieres, P.:Prospections le long de la Via augusta”. Habis, nº 8, pags. 331-343, 1977, Sevilla.


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09 enero 2011


La Fuente de la Salud, en las Peñas del Cuervo (I)



La Consejería de Medio Ambiente y la Universidad de Granada han elaborado el catálogo-inventario de Manantiales y Fuentes de Andalucía con el que pretenden promover una estrategia de conservación de estos elementos tan singulares de nuestro patrimonio ambiental y cultural. Entre las más sobresalientes de las que han sido incluidas en el término municipal de Jerez, destaca una muy poco conocida: la Fuente de la Salud. Ubicada en las proximidades de la localidad sevillana de El Cuervo, brota en el paraje conocido como Peñas del Cuervo, próximo a la Laguna de los Tollos con cuyo acuífero está relacionada. Su entorno, lamentablemente, se encuentra muy alterado como consecuencia de las excavaciones que se realizaron en una cercana cantera. Antes de que desaparezca definitivamente, queremos recordar hoy aquí la importancia de este enclave que es preciso proteger y conservar.

Como es sabido, los manantiales son, de alguna manera, los rebosaderos de las aguas subterráneas, los puntos por los que estas afloran a la superficie de manera natural. Cuando estas surgencias han sido facilitadas, acondicionadas o conducidas por la mano del hombre, las denominamos fuentes. Estos grandes “depósitos” de agua en el interior de la tierra suelen asociarse a materiales geológicos más o menos permeables o porosos en los que el agua queda retenida y almacenada. En nuestro entorno buena parte de ellos se corresponden con formaciones calizas (como en el caso del manantial de Tempul o el Nacimiento de Benamahoma, el mayor de todos ellos), aunque también son numerosos los casos de acuíferos formados por materiales detríticos, como en la Fuente de la Salud. Aquí, los paquetes de arenas silíceas actúan como una gran esponja subterránea, rodeada por materiales impermeables que impiden que el agua progrese hacia capas más profundas, lo que lleva a su afloramiento en superficie (como en la cercana Laguna de los Tollos) o a través de pequeñas fuentes y manantiales como la que hoy visitamos.

Un paraje singular:


Los escarpes de las Peñas del Cuervo se encuentran situados escasamente a un km. al sur de esta población sevillana. Llegamos a ellos desde la calle que parte, a la derecha de la carretera, frente a la conocida Casa de Postas, y atravesando el casco urbano nos desviamos después por un camino a la derecha, que linda con campos de cultivo y que nos conduce a las afueras de la localidad. Se trata de una antigua vía pecuaria, la Cañada de Casinas, que en buena parte ha sido usurpada por edificaciones o utilizada como vertedero y escombrera.

El camino deja a su izquierda los cortados de la antigua cantera, hoy ocupados parcialmente por construcciones y corrales y a la derecha, una zona de huertos, invernaderos y cañaverales donde aflora la surgencia de la antigua Fuente de la Salud, que, digámoslo ya, dejó de existir en su antiguo emplazamiento hace casi dos décadas como consecuencia de la explotación de la cantera y la posterior ocupación de su antiguo emplazamiento.

Algo más adelante, la cañada toma altura ofreciéndonos una singular perspectiva de las antiguas marismas de El Cuervo y pasando a los pies del punto más alto de las Peñas, donde se encuentra el depósito de aguas que abastece a la población y una antena de telefonía. En este punto los cantiles y cortados alcanzan su máxima desnivel y nos ofrecen una auténtica lección de geología al aire libre. En el corte estratigráfico que las labores de la cantera provocaron pueden verse los potentes paquetes de arenas, cubiertos en su parte superior por un estrato de calizas lacustres que, en algunos puntos, forma una cornisa que se nos antoja “colgada” en el aire.


Continuando nuestro camino, a la izquierda del camino nos seguirán acompañando los escarpes y trincheras de la antigua cantera de El Tollón, una concesión minera que inició sus trabajos para la extracción de arenas silíceas en 1985 y que cesó su actividad hace unos años dejando tras de si las grandes cicatrices en el paisaje que hoy vemos. En un sector de la explotación, ya en el tramo final del camino, observaremos grandes fosos y trincheras que quedaron sin restaurar y que se inundan parcialmente por afloramiento del freático. Aunque una parte de ellos está siendo “restaurado” tras la creación de un vertedero autorizado de escombros, el paseante podrá comprobar como en diferentes sectores de la cantera, aparecen signos evidentes de vertidos incontrolados. Se arrojan aquí escombros, enseres y materiales no autorizados pudiendo afectar con ello a las aguas del freático que terminan así por contaminarse.

La cañada que bordea las peñas del Cuervo se une, un poco más adelante, al camino rural que desde El Cuervo se dirige a la cercana Laguna de los Tollos, en las proximidades de la entrada de la Viña Santa Lucía, que nos muestra aquí una singular portada. Desde este lugar podremos acercarnos para visitar la laguna o continuar, atravesando el puente que cruza la autopista, hacia la carretera que se dirige a Gibalbín…. Pero volvamos a la Fuente de la Salud.

Un manantial milenario.

Con independencia de que la Fuente de la Salud fuera obra de los antiguos pobladores de la zona que, a buen seguro, canalizaron una surgencia natural, la naturaleza geológica del paraje de las Peñas del Cuervo, justifica en buena medida la existencia de manantiales en este lugar.

Como podremos observar, en las capas más superficiales que coronan este paraje afloran calizas y margas blancas que, a modo de cornisa rocosa, pueden verse en distintos rincones, en la parte superior de los taludes de la cantera o en los estratos blanquecinos que despuntan sobre las primeras construcciones adosadas a los taludes. Se trata de calizas lacustres del Plioceno Superior, rocas formadas geológicamente en el fondo de lagos o zonas pantanosas. Estos materiales pueden incluir nódulos de sílex que fueron explotados por los asentamientos protohistóricos establecidos en la zona, como han puesto de manifiesto los estudios de J. Ramos y otros autores.

A través de estos materiales el agua se infiltra, encontrándose entonces con potentes estratos de arenas pliocenas que quedan a la luz en los cortes efectuados para la extracción de áridos, como hemos podido ver junto a la Cañada de Casinas. El paseante curioso podrá observarlos detenidamente a todo lo largo del paraje que conforman las “Peñas del Cuervo” descubriendo sus llamativas coloraciones en tonos blancuzcos, amarillentos o rojizos.

Estos bancos arenosos albergan un importante acuífero (que ha sido dañado por la cantera), debido a que en su base aparecen materiales impermeables del Mioceno Superior, constituidos fundamentalmente por arcillas margosas de tonos grises y azulados, que impiden que el agua penetre a niveles inferiores. Ello provoca su afloramiento superficial cuando se alcanzan niveles de saturación (caso de la Laguna de los Tollos), o a través de pequeñas surgencias y manantiales. Este último caso se da en los lugares de contacto entre los materiales impermeables y los paquetes arenosos “empapados” de agua que, por circunstancias geológicas y topográficas (cortes, taludes, pequeñas fallas…), quedan al descubierto –como en el paraje de Las peñas de El Cuervo- , donde se producían afloramientos naturales como el de la antigua Fuente de la Salud.

Para saber más:
- Estudio general de las actividades extractivas en la provincia de Cádiz. Consultora G-3. Sevilla. 1991
- González Rodríguez R. y Ruiz Mata, D.: Prehistoria e Historia antigua de Jerez, en “Historia de Jerez de la Frontera. De los orígenes a la época medieval”. Tomo 1. Diputación de Cádiz. 1999.
- Gutierrez Mas, J.J. et alt.: Int. la Geología de la provincia de Cádiz. Universidad de Cádiz. 1991.
- Molina Fernández-Miranda, R.: La Fuente de la Salud, en “Manantiales y Fuentes de Andalucía”. Agencia Andaluza del Agua. Consejería de Medio Ambiente.
- Ramos Muñoz, J, et alt.:Tecnología lítica de las edades del Cobre y Bronce en la marisma del Cuervo (Jerez de la Frontera, Cádiz)”. SPAL: Revista de prehistoria y arqueología de la Universidad de Sevilla. Nº 1, 1992, pags. 151-178.
- Sáez Fernández, P.:Tres inscripciones romanas en la provincia de Cádiz”. Habis, nº 22, 1991, pags. 273-281.
- Sillieres, P.:Prospections le long de la Via augusta”. Habis, nº 8, pags. 331-343, 1977, Sevilla.


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04 enero 2011


Once regalos de "reyes" para 2011 "entornoajerez"


Un día cualquiera, como en aquel cuento de Borges, descubrimos que después de buscar en parajes remotos aquel tesoro soñado, estaba escondido en el patio de nuestra propia casa: "entornoajerez".

Con estas palabras comenzábamos hace ahora dos años, la aventura de compartir con los lectores que amablemente se asoman a este blog, nuestra mirada a rincones y parajes singulares de nuestro entorno más cercano. Desde entonces hemos publicado más de 200 entradas que han recibido casi 200.000 visitas, ante las que sólo podemos tener palabras de agradecimiento. Esto nos anima a seguir trayendo aquí, a esta ventana abierta de “entornoajerez”, nuestra admiración por esta tierra, poniendo el acento en el valor que tratamos de descubrir en las pequeñas cosas.

Y para compensar, aunque sea mínimamente, la generosidad de quienes dedican algo de su tiempo a visitar este blog, les ofrecemos un regalo de “reyes”. O mejor –por aquello de que comienza el 2011-, les brindamos “once” propuestas para que “se las regalen” o para que “se las pongan de reyes” a las personas que quieren, en forma de un recorrido por rincones muy especiales de nuestro entorno, de una mirada a nuestros paisajes, al patrimonio rural, a nuestra historia… Sin ir más lejos.

Feliz año y que ustedes lo disfruten.

- Admirar nuestros árboles singulares.

Alcornoque de Rojitan
…Y los hermosos parajes donde se encuentran. Entre los más cercanos y sorprendentes puede “regalar” el ombú de Faín, los pinos de Cuartillo, el alcornoque de Rojitán, el taraje del Puente de La Barca... Algo más lejos quedan otros árboles sorprendentes como el Pinsapo de las Escaleretas o el Chaparro de la Vega, por citar sólo algunos.

- Visitar nuestras lagunas y humedales.

Marismas de Casablanca

...Desde la más grande y conocida Laguna de Medina, hasta la más modesta y curiosa laguna de Las Salinillas… En las cercanías de Jerez puede disfrutar de amplias zonas de marismas, de lagunas declaradas como Reserva Natural o de “nuevas lagunas” que se han creado en los pequeños embalses para riego repartidos por toda la campiña.

-Pasear por la sierra.

Garganta Verde

...O mejor aún, por “las sierras”. Puede elegir un itinerario por la sierra de Grazalema, bajando a la Garganta Verde, por ejemplo. O por la sierra del Aljibe, visitando la Sauceda y subiendo a la “Pilita de la Reina”. De gran belleza son también las rutas que se adentran en los canutos de los montes de Algeciras y Los Barrios, como la de la Garganta del Capitán. O las que recorren la Serranía de Ronda, donde proponemos un paseo por el valle del Genal o por las cercanías del Torrecilla para admirar los pinsapos. También puede ser una buena ocasión para visitar los Montes de Jerez y realizar alguna de las rutas trazadas en este espacio natural, como la de La Albina, por ejemplo.

- Recorrer la ruta de las torres y castillos.

Castillo de Gigonza
...Si es amante de la historia, o si quiere conocer los vestigios de castillos, torres y fortalezas repartidas por la campiña, le proponemos la “ruta de los castillos”. La Torre de Melgarejo, Gigonza, Doña Blanca, Torrecera, La Torre de Pedro Díaz, Alijar, Torrestrella, El Berroquejo, el castillo de Tempul… nos están esperando.

- Un paseo por Cortijos, viñas y haciendas.

Molino de Ntra. Sra. de la Luz

...Otro “regalo” es el que nos ofrecen los numerosos cortijos, viñas y haciendas que, repartidos por nuestra campiña, podremos admirar, formando parte inseparable de nuestros paisajes. Aunque no siempre es fácil visitarlos, bastará un paseo por sus alrededores, un recorrido por las carreteras secundarias que conducen a los distintos rincones de la campiña, para conocer mejor nuestro territorio rural y disfrutar de sus parajes.

- Conociendo el Guadalete.


...El Guadalete es, apropiándonos de la feliz expresión de José Luis Sampedro, “el río que nos lleva”. Pero también puede “regalarse”, recorriendo sus riberas, paseando por sus alamedas, acercándonos a su nacimiento, a sus pantanos... En este enlace no faltan propuestas.

- Patrimonio en el mundo rural

Ruinas del Molino de Goyena

...El entorno rural guarda pequeños tesoros que no dejan de sorprendernos. Si eres de las personas que piensas aquello de que “lo pequeño es hermoso”, a buen seguro que sabrás apreciar las curiosas veletas que coronan los antiguos cortijos y casas de viña, o los azulejos devocionales que adornan sus fachadas, los viejos pozos repartidos por la campiña, las fuentes y manantiales, los molinos, los pequeños puentes, los castillos y torres, las ermitas, los molinos de marea… ¡No te los pierdas!

- La “ruta del agua”.

Pantano de Guadalcacín
...Si alguna vez “turismo de pantanos”, a buen seguro que pasarás un buen día recorriendo la que hemos dado en llamar “Ruta del agua”. Los embalses y su entorno ofrecen otras tantas posibilidades para realizar una visita y pasar un día estupendo. Prueba si no a visitar el embalse de Zahara, para recorrer después este pueblo serrano. Sigue con el de Bornos y el de Arcos y de allí salta al embalse de Guadalcacín. Si continuas por la carretera de Cortes, tras un alto en Tempul para ver los manantiales, puedes llegarte luego hasta Los Hurones. Y todo eso… sólo en la cuenca del Guadalete-Majaceite. Para el 2012 dejamos la del Barbate, que guarda también parajes excepcionales.

- Regala puentes.

Puente de Villamartín
...En “entornoajerez” sentimos especial fascinación por los puentes. Por los viejos y sólidos puentes de sillares como el de Cartuja, o por los pequeños puentes de ladrillo, las antiguas alcantarillas que eran vitales en los caminos hasta hace poco más de un siglo. Nos también gustan los puentes de hierro, testigos decadentes del despertar industrial, o los acueductos trazados para las obras de regadío, o los que se levantaron para la traída de aguas, o esos puentecillos que, perdida ya su utilidad, no cruza nadie… Si te gustan los puentes, en este enlace encontrarás más pistas.

Las Cruces (Sierra de San Cristóbal)-Un paseo por la historia y la literatura.

Los paisajes son aún más hermosos si guardan también la memoria viva de tiempos pasados y de las gentes que los hicieron posibles, si fueron escenario de historias, si están habitados por algún hecho o personaje, si son mencionados en obras literarias… Un paseo por nuestro entorno rural es también un paseo por la literatura y por la historia como puedes ver en estos enlaces.

-Regala una vista, un mapa, un libro

Busca un lugar apropiado en los alrededores de la ciudad desde el que se contemple una amplia perspectiva (la sierra de San Cristóbal, Lomopardo, los cerros de Chipipi,… el que quieras) y “regala” unas vistas. O regálate la observación detenida de una “gigafoto” en la que podrás descubrir y apreciar hasta los más pequeños detalles de importantes elementos de nuestro patrimonio. O viaja por un mapa o un antiguo grabado.O regala libros. Entre los muchos títulos que nos gustan, te proponemos uno: "100 años de imágenes de Jerez", del que nos ocuparemos otro día.

Feliz año.