30 diciembre 2011


El Guadalete se desborda. Crónica de una inundación.




Durante los meses de diciembre de 2009 (hace ahora dos años) y hasta febrero de 2010, se registraron grandes precipitaciones en la región que ocasionaron numerosas inundaciones en buena parte de los ríos y arroyos de nuestra provincia.

Quienes hacemos este blog, “entornoajerez”, recorrimos entonces la cuenca del Guadalete realizando una serie de reportajes en los que tratamos de captar los impactos de aquellas intensas lluvias en los paisajes que tantas veces habíamos visitado.

A modo de introducción general escribimos una primera crónica, casi periodística -'El río que nos lleva'- donde en un rápido itinerario por la campiña dábamos información de los primeros efectos del temporal. En los siguientes días nos fuimos ocupando de los distintos rincones de la cuenca del Guadalete y de sus afluentes principales en su curso medio: el Majaceite y los Salados de Espera, Paterna y Caulina donde los desbordamientos causaron graves inundaciones. Del pantano de Los Hurones al puente del Picao, siguiendo el curso del Majaceite pudimos comprobar la gran subida que experimentó el nivel de las aguas en la presa de Guadalcacín, que cerca estuvo de rebosar por el aliviadero, como lo hizo semanas después el embalse de Zahara, tal como pudimos captar en las imágenes que entonces ofrecimos. De Villamartín al pantano de Bornos continuamos registrando las inundaciones de la campiña y el desembalse de esta presa.

Por la ribera del Guadalete en Arcos recogimos también el momento en el que las compuertas se abrían, ocasionando una gran crecida del río a los pies de la Peña de Arcos que dejaba bajo sus aguas los recién restaurados azudes de los molinos del Algarrobo y de San Félix. De la Barca de la Florida al Puente de Cartuja, el Guadalete inundó toda la vega baja –como mostramos en el reportaje fotográfico- al sumar a sus aguas las del Majaceite, las del Salado de Paterna en Torrecera y las de Salado de Caulina, junto al Monasterio de La Cartuja, inundando los Llanos y cortando la autopista Sevilla-Cádiz. Las cadenas nacionales de televisión desplazaron sus unidades móviles hasta el puente de Cartuja y Las Pachecas, donde el desbordamiento del río ocasionó los mayores daños. En su último tramo, en la Corta, Río Viejo y El Portal, el Guadalete provocó también grandes inundaciones de las que dejamos constancia en una crónica en la que se mostraban los efectos en El Portalillo, una de las zonas más castigadas.

Apenas dos semanas después, cuando ya habían remitido las lluvias, en un reportaje que titulamos “Paisaje después de la tormenta”, volvimos a visitar algunos de los puntos más afectados, comprobando el gran impacto que las crecidas, desbordamientos e inundaciones habían causado y de las que dejamos también constancia gráfica.

Con el título de El Guadalete se desborda agrupamos después la docena de capítulos de aquellas crónicas a los que incorporamos nuevas entradas cuando las lluvias de febrero de 2010 pudieron de nuevo en alerta a toda la campiña con nuevas inundaciones.

Apenas dos años después, para recordar de manera gráfica aquel episodio, hemos elaborado el documento que a modo de revista les presentamos ahora, en el que se recopilan los reportajes que realizamos. En esta publicación hemos incluido también imágenes de esos mismos paisajes, meses después de las inundaciones, para que el lector pueda apreciar el “antes” y el “después” de aquel lluvioso episodio de las navidades de 2009-2010.

Con nuestros mejores deseos para el 2012, que tengan ustedes un feliz año.
Pulsa aquí para obtener una copia de la publicación en formato PDF

Otros enlaces relacionados:
-El Guadalete se desborda
-Río Guadalete
-Algunas avenidas e inundaciones históricas del Guadalete.

26 diciembre 2011


El esplendor literario del Jerez andalusí


El poeta Abū l-Hakam al-Šidūnī, quien vivió en nuestra ciudad a caballo entre los siglos IX y X, elogia a su paisano Abū Jālid Yazīd b. Asbāt al-Majzūmī, también poeta y alfaquí que dirigía la oración en Jerez, con los siguientes versos:

¡Oh Abū Jālid, lucero de las tribus beduinas, gala del mundo y adorno de los almimbares!
¡Oh luna de la religión, cuya luz resplandece; oh estrella de la ciencia, no tienes parangón!


Estas palabras de admiración con las que, hace más de mil años, un poeta que reside en Jerrez ensalza la figura de otro sabio diciendo de él que es lo más esmerado y exquisito entre quienes predican en los púlpitos de las mezquitas, no son sino una hermosa muestra de la producción literaria del Jerez andalusí, estudiada por Miguel Ángel Borrego Soto en un libro de reciente publicación. Su título, -para el que toma prestadas las palabras de Abū l-Hakam- no puede ser más sugestivo ni su subtítulo más acertado, ya que anuncian con claridad el contenido de la obra que ahora presenta este arabista jerezano, uno de los más notables investigadores de nuestra herencia árabe.

Miguel A. borrego Soto“Gala del mundo y adorno de los almimbares. El esplendor literario del Jerez andalusí”. Es algo más que un libro de historia y literatura: es, ante todo, un estudio fundamental para conocer el esplendor de la cultura de al-Andalus en nuestra ciudad y su significado dentro del contexto histórico de la época.

En su prólogo, el profesor Fernando Velázquez Basanta resalta que “esta obra encantará a los jerezanos, pues en ella se hace un riguroso análisis científico y literario de la ciudad de Jerez desde su fundación allá por los siglos IX ó X hasta su postrer momento de gloria bajo el poder de la dinastía almohade, ya entado el siglo XII.” Y no le falta razón a este maestro de arabistas ya que la lectura del libro de M.A. Borrego Soto nos hace descubrir las facetas más sobresalientes de aquel Jerez andalusí, de la mano de las producciones literarias de sus sabios y poetas, algunos de los cuales bien pueden clasificarse ya como clásicos de la literatura andalusí.

Río GuadaleteEn la introducción, el autor ofrece una valiosa síntesis histórica en la que se apuntan importantes datos acerca de los primeros momentos de la fundación del Jerez andalusí, Šarīš, y sobre el origen probable de su nombre, así como de su posible vinculación con el Ceret o Cerit romano. En los primeros capítulos del libro, se abordan la producción intelectual en Jerez entre los siglos X y XIII y se pasa revista a las obras, maestros y discípulos más destacados. El capítulo tercero se ocupa de la difusión en Jerez de las Maqāmāt de al-Harīrī –en las que nos detendremos-, y el cuarto a la poesía y poetas del Jerez andalusí, ofreciéndose información de los autores más renombrados y de sus obras. Un capítulo final, dedicado a conclusiones, cierra este libro que se completa con un valioso apéndice en el que se recoge la nomina bibliográfica de personajes del Jerez andalusí, así como con las fuentes documentales y referencias bibliográficas en las que M.A. Borrego Soto se ha apoyado para la elaboración de sus trabajos.

Una de la aportaciones más relevantes de este libro es sin duda el estudio que el autor realiza sobre la difusión de las Maqāmāt, tal vez “la contribución más señalada de Jerez a la producción erudita de Al- andalus”, como señala el propio autor, quien estima que la llegada a nuestra ciudad de Abū l-Qāsim ʽĪsà b. Ibrāhīm b. ʽAbd Rabbih b. Ŷahwar al-Qaysī, procedente de Talavera a comienzos del siglo XII, supone el comienzo de una etapa de esplendor intelectual para el Jerez andalusí. Conocido como Ibn Ŷahwar, este sabio había oído en Bagdad las Maqāmāt de su propio autor, al-Harīrī, hacia el año 500 (=1106-7). A su regreso, no sólo introduce, junto a otros ulemas, el estudio de esta obra en al-Andalus, sino que inicia una importante cadena de transmisión (isnād) de la misma en Jerez. Estas Maqāmāt, obras literarias en las que se describen escenas picarescas, encontraron en nuestra ciudad un importante foco de difusión. El término maqāmā derivado del verbo qāmā, “estar de pie”, se refiere a cualquier encuentro Alcazar de Jerezinformal o fortuito que se tiene de pie. Ya en un contexto literario, hace referencia a cualquier sesión poética en la que se incluyen ejemplos para ilustrar las enseñanzas.

Como escribe M.A. Borrego, “la ciudad contó con sabios especializados en disciplinas diversas, sobre todo gramática y bellas letras. En estas últimas sobresalieron en la ciudad Abū l-ʽAbbās Ibn ʽAbd al-Muʼmin al-Šarīšī, autor del más celebrado comentario de las Maqāmāt de al-Harīrī y los Alcazar de Jerezpoetas Abū ʽAmr Ibn Giyāt, Abū l-Ḥasan Ibn Lubbāl y Abū l- ´Abbās Ibn Šakīl, que ocuparon un lugar de excepción en el parnaso andalusí.” En las páginas que dedicamos al estudio toponímico de los Llanos de La Ina, hemos traído a estas páginas de entornoajerez algunos de los hermosos poemas que Ibn Giyāt o Ibn Lubbāl, dedican a estos parajes.

'Gala del mundo y adorno de los almimbares” ha sido publicado por EH Editores que inicia con este título la colección EH Al-Andalus. Y para ello nada más acertado que haber elegido esta deliciosa obra del arabista Miguel Ángel Borrego Soto que nos descubre el esplendor literario del Jerez andalusí.

Nota: La ilustración sobre la Maqāmāt se ha obtenido de http://www.oceansbridge.com/oil-paintings/product/98410/maqmtversammlungendesalharrszeneabzaydpredigtindermorscheevonsamarkand28maqmt

En Publicaciones se referencian otras obras relacionadas con nuestro entorno.

11 diciembre 2011

Al lentisco de la Venta de La Perdiz, “in memoriam”.
Evocación de un árbol singular.




A comienzos de la década de los noventa del siglo pasado, cuando con un grupo de profesores realizábamos un cursillo para conocer sobre el terreno la geografía provincial, hicimos un alto en la conocida Venta de La Perdiz. Veníamos de Arcos, donde habíamos parado al pie de la Peña para observar su estructura geológica y nos dirigíamos al manantial de Tempul, pasando por Algar.

La Perdiz es una barriada rural, situada a los pies de la Sierra de Aznar, un llamativo mogote calizo que guarda en su cumbre las ruinas de un asentamiento romano. Aquí se conservan los restos de un singular castellum aquae, con grandes cisternas para el almacenamiento, decantación y distribución del agua de los manantiales serranos. A medio camino ente Arcos y Algar, La Perdiz fue creciendo en torno a una pequeña venta que se ubicaba en un cruce de carreteras secundarias. No parábamos allí para descansar un rato o para disfrutar de los estupendos desayunos que se preparan con ese pan tan característico, elaborado en horno de leña. Lo que en esa ocasión atraía nuestro interés era un árbol muy especial, o mejor dicho un arbusto, un peculiar arbusto con un formidable porte arbóreo: el lentisco de La Perdiz.

Como es conocido, los lentiscos suelen presentar casi siempre aspecto arbustivo, con buena parte de sus ramas pegadas al suelo formando una mata muy ramificada y leñosa, reconocible por su forma semiesférica o por el verde intenso que muestra su follaje perenne. Por su abundancia en nuestros montes y en los terrenos incultos que vemos en tantos parajes de la campiña, es una planta fácilmente identificable, conocida y hasta familiar, utilizada tradicionalmente como adorno en los belenes.

Sin embargo, el lentisco de la Venta de La Perdiz era un caso aparte. Lo que lo hacía singular y único era sin duda su espectacular aspecto de árbol, acostumbrados como estamos a que esta especie presente siempre porte achaparrado. Cuando se contemplaba desde la carretera o cuando lo veíamos desde unas decenas de metros, su fuste recto y elevado, que se ramificaba casi a tres metros del suelo, nos hacía pensar en una encina, como las que aún se conservan en las cercanías de la venta. Sólo al acercarnos descubríamos con asombro que sus hojas compuestas nos resultaban familiares y que este curioso árbol, era en realidad un lentisco, un lentisco muy peculiar. Su copa, en forma de parasol, de un follaje lustroso y denso, ofrecía permanentemente una generosa sombra de la que se beneficiaban en verano quienes paraban en la venta. Al preguntar a los lugareños por el árbol nos decían que “siempre” había estado allí y que, años atrás, crecía en sus proximidades, también junto al arcén de la carretera, otro pie de similares proporciones que “se perdió”.

Su relevancia no pasaba inadvertida para quienes sabían de lo valioso de este árbol. No es de extrañar por ello que los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, que en 2003 realizan los trabajos de campo para el Inventario dedicado a la provincia de Cádiz que se publicó al año siguiente. Nos llenó entonces de alegría ver a nuestro “viejo conocido”, el lentisco de la Venta de La Perdiz, elevado a la categoría de “árbol singular”, un reconocimiento “institucional” que le garantizaba, tal vez, un futuro de protección y, acaso, la mirada de admiración de cuantos parasen junto a la venta o circularan por la carretera y lo contemplase allí, al pie del camino donde había crecido, cuidado y respetado por varias generaciones.

De la ficha técnica que se elaboró entonces, rescatamos los datos incontestables que lo confirmaban como árbol singular: “…altura total: 6,75 m, altura del fuste: 2,75 m, perímetro (medido a 1,30 m del suelo) 1,30 m, perímetro del tronco en la base: 3,10m…”. El diámetro de su copa rondaba los 8 m y la superficie de sombra que proyectaba su frondoso follaje se acercaba a los 45m2 todo un record que se quedaba pequeño al lado de su mayor mérito: ser, en su modestia, un auténtico monumento natural con el que se identificaba al núcleo rural de La Perdiz. Cuando preguntábamos por su edad, la respuesta de los vecinos siempre era la misma: “yo lo he conocido ahí toda la vida”. Por nuestra parte, pudimos comprobar que en las imágenes áreas del conocido como “vuelo americano”, de 1956, cuando todavía en La Perdiz no se adivinan apenas más que unas cuantas pequeñas casas, la copa del lentisco ya se aprecia allí, densa y rotunda, junto a la carretera.

En diciembre de 2004, cuando realizamos dos de las fotografías que acompañan este reportaje, lo descubrimos rodeado por el asfalto con el que se había cubierto el pequeño talud en el que crecía, junto a la carretera. Ya entonces apreciamos los primeros síntomas de sequedad en algunas de sus ramas que nos hacían temer lo peor… justo cuando empezaba a estrenar su reconocimiento como “árbol singular”. Unos años después, en la primavera de 2009, al pasar una tarde camino de Algar, echamos en falta su inconfundible estampa. En el pavimento aún podía verse el pequeño círculo en el que creció un día su tronco. Los vecinos nos dijeron que se había secado… Aún pudimos recoger en imágenes el reducido espacio que suelo que se le dejó para vivir en sus últimos años, una secuencia que puede también descubrirse en las imágenes del satélite tomadas en 2004 y 2010.

Desde entonces, cada vez que pasamos por La Perdiz, como ha sucedido hoy, no podemos sino volver la mirada al lugar donde crecía aquel hermoso árbol. El pequeño alcorque que se le dejó en torno a su tronco terminó por ser también pavimentado y pasa ya desapercibido en el aparcamiento... Hoy, que evocamos con nostalgia su recuerdo, proponemos “a quien corresponda” que allí mismo, junto a la venta, se plante también un pequeño lentisco al que veamos crecer y hacerse grande, y guardar la memoria de aquel otro al que hemos querido rendir un sencillo homenaje.

Para ver más árticulos sobre Foto denuncia "entornoajerez"...
Ver Árboles singulares "entornoajerez"...
Nota: La fotografía del Lentisco de la Venta de la Perdiz se ha obtenido de la obra Inventario de árboles y arboledas Singulares de Andalucía, pág. 85.

05 noviembre 2011

La memoria del corcho.
Una visita a la Suberoteca de Andalucía en Alcalá de los Gazules.


Acceso a la Suberoteca
En el marco de la campaña de divulgación del producto corchero ‘NATURALMENTE CORCHO’, puesta en marcha por el GDR de Los Alcornocales, hemos visitado la Suberoteca de Andalucía. Esta iniciativa de promoción del corcho, con apoyo del programa europeo Leader-Feader, tiene como principal objetivo concienciar al consumidor final de vinos para que valore (y exija) el taponado con este producto natural, ante el incremento que en los últimos años están experimentando otros cierres alternativos. Junto a ello se quiere subrayar la estrecha vinculación entre estos usos tradicionales del corcho y el territorio de Los Alcornocales, una de las regiones corcheras más importantes del mundo, cuyo futuro como espacio natural está Troquelado en una pana de corcholigado en buena medida a que esa íntima relación, ya cultural, entre corcho y vino se siga manteniendo.

Como bien ha descrito Belén Puertas, investigadora del IFAPA, “el rito que supone descorchar, probar y juzgar un vino exige enfrentarse en primer lugar a un tapón de corcho. La sensación, el tacto, el sonido, que un tapón de corcho proporciona son únicas. Forman parte del ceremonial de un acto que sabemos diferente, entre otras causas, porque hay un tapón de corcho que espera un gesto por nuestra parte para dar por bien concluida su misión…

Operarias de la antigua fábrica de tapones de JimenaY es que, aunque a veces se olvide, el corcho es un producto natural, que reúne singulares propiedades que lo hacen único. Es impermeable, incorruptible, ligero, flexible y elástico, reciclable… Puede afirmarse también que el empleo del tapón de corcho en la industria vinatera garantiza, como nadie, la sostenibilidad de nuestros bosques y dehesas y el mantenimiento de los ecosistemas asociados. De ahí la importancia de la concienciación Operarios de la antigua fábrica de tapones de Jimenaciudadana, a través de campañas como las promovidas por el GDR de Los Alcornocales, para potenciar el consumo de productos que utilizan el corcho como contribución activa a la conservación de estos bosques mediterráneos, los alcornocales. Sin alcornoques no hay corcho, pero sin el uso del corcho se corre el serio riesgo de que vayan desapareciendo los alcornocales, hasta el punto de que, como hemos oído decir a Alonso García veterano representante de la Plataforma Andaluza del Sector Corchero, “una de las amenazas más claras de nuestros alcornocales es la sustitución del tapón de corcho por otros productos”.

Dornajo de corchoConviene recordar que Andalucía está ocupada por unas 250.000 hectáreas de alcornocal que producen más de 35.000 toneladas de corcho anuales, casi la mitad de las que se producen en España. Nuestro país es el segundo productor mundial de corcho, con unas 78.000 toneladas de media anuales por detrás de Portugal, que está a la cabeza con 135.000, lo que hace de la península ibérica la mayor productora del mundo. A todo ello hay que añadir que Los Barrios y Alcalá de los Gazules son los municipios de mayor producción media de Andalucía, por lo que podemos afirmar que la provincia de Cádiz es el territorio corchero por excelencia.

Esta producción tiene también una repercusión económica importante, generando anualmente las labores de extracción del corcho unos 125.000 jornales en nuestra comunidad, especialmente en el periodo comprendido entre junio y septiembre.

La Suberoteca de Andalucía.

Si Los Alcornocales es el principal territorio corchero del país, es lógico que se haya pensado en esta zona a la hora de crear la Suberoteca de Andalucía, un centro destinado a la investigación y al apoyo del mundo del corcho.

Vista general de la Suberoteca de Andalucía
La creación de este centro ha supuesto un salto cualitativo importante para consolidar una serie de iniciativas de estudio y de promoción económica del sector corchero que tiene uno de sus pilares en el Plan de Calas de la Consejería de Medio Ambiente. Este programa se realiza anualmente por parte del Servicio del Alcornoque y el Corcho en Andalucía (SACA) a fin de evaluar la producción y calidad del corcho en la Comunidad. Las instalaciones de la Suberoteca Ristras de muestrasson el soporte físico de estas actuaciones, siendo también el lugar donde se conservan las muestras recogidas en todo el territorio andaluz a través del Plan de Calas.

El Plan de Calas es un servicio gratuito que puede solicitar cualquier propietario o gestor de monte alcornocal en Andalucía y que permite conocer la calidad del corcho de un determinado lugar. Para ello técnicos forestales se desplazan al monte en cuestión planificando un muestreo sobre el terreno y recopilando la información necesaria para estimar la calidad de Ristras de muestrascorcho producido en un área concreta. Para ello se extraen calas de corcho de aquellos pies que previamente se han seleccionado en la zona de estudio de acuerdo a los estudios técnicos que se llevan a cabo. Para obtener las calas se realizan cuatro cortes en corcho de reproducción o segundero, a la mitad de la altura de descorche, obteniéndose así piezas cuadradas de 10cm de lado. Posteriormente se identifican el árbol y la cala obtenida con el mismo número. Una vez extraídas un total de 70 calas de cada finca estudiada, se trasladan a las instalaciones de la Suberoteca donde serán analizadas, sometiéndolas también a un proceso similar al que reciben las planchas de corcho en la industria preparadora. Los datos obtenidos en este proceso serán utilizados para emitir un informe de calidad de corcho de cada zona muestreada que se pone a disposición de los propietarios o gestores del alcornocal y que podrá ser también consultado en la suberoteca por industriales del sector o investigadores. En la actualidad se conservan casi 70.000 calas de corcho, procedentes de los muestreos realizados desde el Ristras de muestras etiquetadasaño 1995. A mediados de verano, cuando la visitamos estas instalaciones, albergaban muestras de 1002 zonas de descorche de Andalucía.

Un edificio singular.

La Suberoteca de Andalucía es un moderno edificio de 760 m2 que se ubica en Alcalá de los Gazules, junto al Centro de Defensa Forestal, al pie de la carretera que se dirige a Benalup. Inaugurado en marzo de 2011, en su construcción y equipamiento se han invertido 2,4 millones de euros, financiados en un 70% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. No es un museo, ni una sala de exposiciones, es más que ninguna otra cosa un centro de investigación y una plataforma para impulsar el aprovechamiento forestal y apoyar la producción corchera de calidad.

Sala de exposiciones de la Suberoteca de Andalucía
El singular edificio que alberga la suberoteca combina, junto a la imagen tradicional propia de la arquitectura de la zona donde se alberga, un moderno diseño en el que la orientación, las formas, los materiales utilizados, las cubiertas, pavimentos y superficies de revestimiento… han sido concebidos de manera ecoeficiente para maximizar el aprovechamiento solar y eólico, la recogida y el uso integral del agua de lluvia, contando también con paneles fotovoltaicos y caldera de biomasa.

VisitantesSe llega hasta el edificio por una pasarela lateral flanqueada por álamos y se accede a su interior a través de una amplia sala visible desde el exterior a través de grandes cristaleras. A primera vista, se nos antoja que estamos en un centro de interpretación o en un museo del corcho. En torno a este gran espacio se organizan las diferentes dependencias entre las que destacan los laboratorios de análisis de muestras, donde se analizan las que se extraen en el Panel de calidades de corchoPlan de Calas y se realizan otros estudios en relación con el corcho y el alcornocal. La suberoteca cuenta también con salas de reuniones para actividades de formación, así como con un amplio espacio abierto que, en el momento en el que lo visitamos, acogía una muestra de objetos relacionados con el corcho y una exposición de paneles sobre el mundo del alcornocal y la industria corchera.

Con todo, lo más llamativo para el visitante, es sin duda el muestrario de calas de corcho que, como singulares colgantes, penden del techo ensartando las calas, esos tacos cuadrados de corcho extraídos de los alcornoques de toda Andalucía. Expuestos ordenadamente en hileras, las ristras de muestras Expositor de utensilios hechos de corchointegradas por 70 “cuentas” de corcho, presentan desigual altura en función del grosor y calibre de aquellas, conformando insólitos pasillos que dan a la sala el aspecto de una singular instalación escultórica. En cada uno de estos curiosos colgantes, una etiqueta informa de los datos técnicos que lo identifican: código y nombre del monte, año de muestreo, término municipal, provincia, propietario, tipo de muestreo… El muestrario, que puede ser consultado productores, Muestrario de taponesindustriales del sector, investigadores y estudiosos del corcho, se constituye así como una especie de “biblioteca” donde se custodia la “memoria del corcho” de nuestro territorio.

Pero esta amplia sala dispone aún de otros muchos elementos de interés. Así, una serie de paneles informan detalladamente al visitante acerca del proceso de obtención de calas, de las diferentes calidades del corcho en función de su aspecto y su calibre, o de los trabajos técnicos que se realizan en la suberoteca. En distintas vitrinas se muestran los curiosos objetos elaborados de manera artesanal por los corcheros: cucharas y cucharones, recipientes, dornillos y dornajos, saleros, cubiletes… En las dedicadas a exponer los tapones, se puede comprobar la gran variedad de formas que se utilizan en la Artesa para lavarindustria vinatera, donde la introducción de los materiales sintéticos supone ya una seria amenaza para el corcho. En Corteza de alcornoquenuestro paseo por la sala, nos detenemos también en los muchos objetos curiosos que aquí se guardan entre los que no faltan las panas de gran calibre, extraídas de alcornoques de estos montes, los troncos ahuecados, sacados en una sola pieza por manos de corcheros expertos -con los que antaño se fabricaban colmenas-, los curiosos taburetes construidos con piezas de corcho hábilmente trabadas, las artesas y recipientes en los que se lavaba la ropa…

Hachas de corcheroColgadas en las paredes pueden verse las típicas hachas de corchero y otras herramientas propias del oficio, o los cortes y secciones del tronco de grandes alcornoques, en los que se aprecia el enorme grosor de la capa de corcho, una de las cuales corresponde a un calibre de 43 años, cuando lo habitual es que se realice la saca cada nueve años. No faltan tampoco las referencias al mundo de los arrieros, tan presentes en las tareas del descorche, llamando la atención del visitante, por su colorido, Detalle de unas jáquimaslos aparejos de los mulos y borricos, las jáquimas, los correajes, los mantichos, las angarillas… dispuestos en varias maquetas tal como podemos verlos aún hoy sobre los animales en el monte.

Una interesante exposición, describe detalladamente en grandes paneles, el mundo del alcornocal y del corcho, sus aprovechamientos, el nacimiento de la industria corchera y la importancia ecológica de estos Aparejos de mulo o borricobosques mediterráneos. En su recorrido se subraya la idea de que además de la tradicional extracción del corcho, existen otros usos del bosque. La montanera que aprovecha la bellota caída para engorde del cerdo, la caza, concebida como una explotación ordenada de un recurso natural, el pastoreo fundamentalmente de ganado bovino, que mantiene especies autóctonas como la vaca retinta, la apicultura, la recolección de setas, la recogida de brezo, para fabricar pipas, elementos de sombra y vallado… son también aprovechamientos del alcornocal a los que se han unido, como consecuencia de la aparición de nuevas necesidades sociales, otros nuevos relacionados con el turismo rural y la educación ambiental.

Aparejos de mulo o borricoEl mundo del corcho y el alcornocal, al que los visitantes de la Suberoteca de Andalucía pueden acercarse a través de sus instalaciones y exposiciones, tiene puestas muchas de sus esperanzas de futuro en iniciativas como la campaña “Naturalmente corcho”, la cual nos reclama que, como consumidores, apostemos por este producto natural que tanto supone para nuestro territorio.


Puedes consutar otros temas relacionados en este enlace:
-El medio y sus productos

31 octubre 2011

Obras de restauración ambiental (IV).
El Salado de Caulina, un pequeño arroyo de grandes crecidas.


Confluencia del Salado de Caulina y el Guadalete (junio 2011)
A lo largo del verano pasado y hasta comienzos del otoño se han venido realizando obras de restauración ambiental en el río Guadalete y en algunos de sus afluentes. Hasta en 30 puntos distintos repartidos por toda la cuenca se han efectuado intervenciones consistentes, principalmente, en la retirada de lodos y sedimentos acumulados en las riberas y en la corta de eucaliptos que habían invadido el propio cauce del río disminuyendo la sección del canal fluvial, lo que le restaba capacidad de desagüe en los episodios de avenida, favoreciendo desbordamientos en casos de grandes lluvias.

Autovía Jerez - Arcos. Puente sobre el Salado. (junio 2008)Entre los lugares donde las actuaciones han sido de mayor calado destacan la Junta de los Ríos, las riberas de La Greduela, los alrededores del Puente de Cartuja, la desembocadura del arroyo Buitrago y la confluencia del Salado de Caulina con el Guadalete, punto este último que estaba considerado como uno de los más críticos de la cuenca debido a las grandes inundaciones que provoca en los Llanos de Caulina y en la zona próxima al monasterio de Autovía Jerez - Arcos. Puente sobre el Salado. (diciembre 2009)Cartuja, donde se une al Guadalete.

El Arroyo Salado, también conocido como Salado de Caulina, drena un extenso territorio situado al noreste de la ciudad de Jerez, comprendido entre la sierra de Gibalbin, los Llanos de Caulina y la margen derecha del Guadalete.

Se forma por la confluencia de una amplia red de cursos menores que avenan este rincón de la campiña. Así, en las cercanías de Las Mesas Autovía Jerez - Arcos. Puente sobre el Salado. (septiembre 2011)de Santiago se unen los arroyos (del Palomar, de la Silla, de La Plata…) que bajan de las laderas de la sierra de Gibalbín y que arraciman sus aguas en el arroyo de Santiago. En las proximidades de los cortijos de Jarilla y Jareta se suman a este curso los de El Chivo, Montecorto y Arroyodulce. Ya con el nombre de Arroyo Salado, cruza por entre las tierras de Morla y El Mayorazgo. En los últimos años, sus desbordamientos han inundado (y destruido) algunos tramos de la carretera de Torre de Melgarejo a Gibalbín, en la zona de Majarazotán. Las imágenes que tomamos en octubre de 2008 muestran la fuerza de las avenidas de este arroyo a la altura del Carretera arrancada por la avenida del Salado. (octubre 2008)puente de la traza del ferrocarril de la Sierra, junto a la que fuera antigua estación de El Rizo.

En Los Llanos de Caulina se le une el conocido Arroyo del Rano o del Cuadrejón que viene desde las tierras de Romanina y de La Torre de Pedro Díaz, en las faldas de la sierra de Gibalbín, después de haber pasado por las de El Trobal. Ya entre tierras de cultivo atraviesa el sector más meridional de los Llanos de Caulina y pasa junto a Estella Carretera de Cortes. Puente sobre el Salado. (febrero 2010)del Marqués. La carretera de cortes, que lo atraviesa con un puente a la entrada de este pueblo, se ha visto cortada en no pocas ocasiones por sus furiosas crecidas que han cortado también la autopista Sevilla-Cádiz en momentos de grandes inundaciones como las de febrero de 2010 en las que quedó aislado Estella.

El Salado se une al Guadalete aguas abajo de los puentes del vado de Medina a la espalda de Viveros Olmedo, en las cercanías del Monasterio de la Cartuja.

Caudal habitual del Salado junto a Viveros Olmedo (junio 2008).Conviene recordar que, cuando después de unos días de fuertes lluvias en la campiña se producen episodios de avenida, el Salado puede llegar a transportar un enorme caudal al tener que dar salida a las escorrentías de su amplia cuenca de recepción. A diferencia de la del Guadalete, regulada por distintos embalses que pueden amortiguar los efectos de las avenidas, la del Salado ha de ser desaguada a través del río principal, sin otro recurso que la laminación de Caudal del arroyo en las inundaciones de febrero de 2010.sus caudales en su llanura de inundación, los Llanos de Caulina, que se transforman en estos momentos críticos en una inmensa laguna. El estrechamiento del valle, que se produce entre los cerros de Montealegre y Lomopardo, próximo ya el punto de confluencia con el Guadalete, el aterramiento de su cauce y la densa vegetación que crecía en las orillas del arroyo y disminuía su sección, habían convertido este tramo en un auténtico “cuello de botella” con nefastas consecuencias en los momentos de grandes crecidas.

El Salado a su paso por 'Viveros Olmedo' (junio 2008)La fuerte corriente del Guadalete suele producir en estos casos un “efecto tapón” sobre la del Salado, que se incorpora en dirección casi perpendicular a la del río principal, con lo que se dificulta enormemente su rápida evacuación. Las consecuencias no se hacen espera produciéndose grandes retenciones que impiden el desalojo de la gran lámina de agua transportada por el Salado. Ésta, se extiende, curso arriba del arroyo, hasta las cercanías de Estella del Marqués formándose El Salado a su paso por 'Viveros Olmedo' (febrero 2010)grandes balsas de agua en los llanos de La Catalana que han llegado a cortar, como se ha dicho, el trazado de la autopista Sevilla-Cádiz, causando también grandes daños materiales en cultivos y otras instalaciones.

Para tratar de paliar algunos de los problemas descritos, se han realizado durante estos meses obras de restauración en el tramo final del Salado, uno de los puntos de la cuenca donde la Riberas restauradas del Salado de Caulina(septiembre 2011)  intervención ha sido de mayor calado y donde mejor se aprecian los efectos de la limpieza de cauce. Con las obras realizadas, en las que se han invertido 108.165 euros, se ha restituido la sección hidráulica del arroyo, despejando sus riberas de los grandes eucaliptos que cegaban el cauce, especialmente en el tramo aguas abajo del puente de “Viveros Olmedo” y en la margen derecha de las riberas del meandro de La Isleta. Unos 1300 pies de ecualipto han sido cortados en este sector, lo que da idea de la densidad de la masa forestal que casi cegaba el arroyo e invadía, igualmente, el cauce del Guadalete. Los álamos, tarajes y sauces, que forman parte de la vegetación natural del río, han sido respetados, con lo que los sotos fluviales habrán de recuperar también, poco a poco, el aspecto que tuvieron, décadas atrás, antes de que los eucaliptos invadieran las alamedas.

Junto a ello se ha retirado una gran cantidad de sedimentos para despejar el cauce y rectificar parcialmente el tramo final del Salado, ensanchándolo en su margen derecha. Con ello se ha conseguido también que el ángulo de incorporación al río, casi perpendicular, sea más abierto lo

Riberas del Salado de Caulina(junio 2006)Confluencia del Salado de Caulina y el Guadalete (mayo 2008)
que facilitará el flujo de caudales y paliará en parte ese “efecto tapón” que se venía produciendo con las graves consecuencias ya descritas.

A nuestro modesto entender hubiese sido necesario incidir más aún en las tareas de limpieza de la margen izquierda, a la espalda de los viveros, donde el cauce se muestra todavía con buena

Riberas restauradas del Salado de Caulina(agosto 2011)
Riberas restauradas del Salado de Caulina(junio 2011)
cantidad de sedimentos, grandes árboles, escombros de gran calibre y otros obstáculos que lo estrechan. Con ello se hubiese mejorado funcionalmente su sección así como la calidad Centro de Interpretación del Guadaletepaisajística de estos parajes fluviales en los que aún se conservan restos de la antigua Alcantarilla del Salado, histórico puente que podría recuperarse para su puesta en valor, máxime si se tienen en cuenta los futuros proyectos de trazar en este rincón un sendero fluvial.

Confiamos, en todo caso, en que las obras realizadas ayudarán a desalojar hacia el Guadalete con mayor efectividad las crecidas de la cuenca del Salado y contribuirán a la recuperación paisajística de este paraje, tan cargado de historia y tan próximo al Monasterio de la Cartuja y al futuro Centro de Interpretación del Guadalete, recién construido, del que nos ocuparemos en otra ocasión.

Confluencia del Salado de Caulina y el Guadalete (junio 2011)

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