La provincia de Cádiz presenta al este, cerca ya de tierras malagueñas, unos inconfundibles perfiles montañosos entre los que destaca la Sierra del Aljibe, visible desde buena parte del territorio provincial. Estos relieves serranos, junto a los de otras sierras próximas como las de Las Cabras y La Sal, forman un gran semicírculo entre los pueblos de San José del Valle y Alcalá de los Gazules configurando un espacio que por su situación, -a caballo ente la serranía de Grazalema y el Estrecho, entre las sierras de Ronda, la comarca de la Janda y el litoral de Cádiz- ha sido también encrucijada de caminos y culturas.
No es de extrañar por ello que en la toponimia de este rincón de la provincia, se conserve la memoria del paso de estas culturas y que sus montañas, que sirvieron de refugio y de fuente de riqueza para cuantos pueblos habitaron la región, guarden aún algunos nombres que así lo atestiguan. Hoy vamos a ocuparnos de uno de estos topónimos de resonancias árabes, el que da nombra a la cumbre que corona estos montes: Aljibe.
La “Pilita de la Reina”.
La sierra del Aljibe se extiende, en buena parte de su superficie, por los términos de Jerez y Alcalá de los Gazules. En menor medida, sus faldas orientales penetran parcialmente en el de la localidad malagueña de Cortes de la Frontera. En sus perfiles destacan las cumbres de El Picacho (883 m), el pico de El Montero (914 m) y Aljibe, que con 1092 m es la de mayor altura.
En apariencia, su nombre parece no entrañar dificultades para su interpretación y a primera vista todo apunta a que nos encontramos ante un topónimo claro y explícito. Siguiendo esta interpretación, el DRAE nos recuerda que la voz “aljibe” proviene del árabe andalusí “alǧúbb, y este del árabe clásico Ǧubb”, atribuyéndole los significados de cisterna o depósito subterráneo de agua, ente otros.
Todo parece encajar, ya que es sobradamente conocido que en uno de los mogotes rocosos que se alzan en la pequeña planicie que corona la sierra, se conserva, labrada en la roca arenisca, una tumba antropomorfa conocida como “La Pilita de la Reina”.
Con este mismo nombre se designa también en muchas ocasiones a esta cumbre ya que, según una tan extendida como infundada tradición popular, “se bañó en ella la reina Isabel la Católica”.
Conviene recordar que, aunque ésta que se enclava de lo más alto de la Sierra del Aljibe, sea una de las más llamativas y representativas, otras sepulturas similares se encuentran repartidas en numerosos lugares de las sierras del Campo de Gibraltar. Con respecto a su posible origen, son muchos los investigadores que las consideran “tardorromanas”, visigóticas o del periodo alto-medieval. Distintos autores, y también el “imaginario colectivo” han visto en la “Pilita de la Reina” y en otras oquedades excavadas en la roca, donde se retienen las aguas de lluvia, la explicación fundamental por la que este monte sea conocido como “El Aljibe”.
Por esta razón, no es de extrañar que a mediados del s. XIX Pascual Madoz, ya contemplaba en su conocido Diccionario Geográfico esta posibilidad y así, al describir el relieve provincial, apunta que “en la eminencia de la sierra, existen los restos de un grande algibe de tiempos muy remotos, de donde quizá toma aquella el nombre”. (1)
Esta misma idea es apoyada por V. García de Diego (2) quien recuerda que el nombre de la sierra procede “del árabe al-chibb" o “pozo del aceite”, haciéndose este significado extensivo al de cisterna o depósito para almacenar líquidos. Otros autores, como el arabista Oliver Asín, participan también de esta opinión en relación con el origen del topónimo.
Una montaña con nombre árabe.
Sin embargo, existen razones fundadas para plantear otros posibles significados que cuestionan el más transparente y aceptado de “Aljibe”, entendido como cisterna o depósito subterráneo de agua. Una pista la ofrecen las distintas variantes del nombre de esta sierra que aparecen en algunas obras del siglo XIX.
Así, por ejemplo, el ya citado Pascual Madoz, al referirse en su célebre Diccionario a la villa de Alcalá de los Gazules, en el capítulo relativo a la “Calidad y circunstancias del terreno”, menciona que “la mayor parte es quebrado y montuoso… con montañas y picos bastante elevados. Son los principales, que forman cordillera por el N. Y S. el Algeber, vulgarmente conocido como Algibe, de cascajo pelado y 1.852 varas castellanas sobre el nivel del mar…” (pg. 12).
Más adelante vuelve a referirse a este pico apuntando que “…por los pies pasa, como ya se dijo, dejándolo a su izquierda el río Barbate, procedente de la mencionada sierra de Algeber…” (pg. 13). Este mismo autor, al describir los confines del partido judicial de la Medina, al que pertenece la villa de Alcalá, introduce una nueva variante en el nombre de la montaña: “El territorio del partido que vamos á describir es generalmente llano desde Chiclana hasta Alcalá y Paterna, lo demás es bastante quebrado y desigual; siendo las montañas más notables la sierra de Algibel, que domina la villa de Alcalá...". (pág. 255)
Con esta forma gráfica lo cita también José Bisso en su Crónica de la provincia de Cádiz (1868). En la descripción geográfica del partido de Medina Sidonia menciona que “…El terreno es bastante quebrado, ofreciendo muchas desigualdades. Las sierras de Algibel y la del Cuervo con los montes de la Atalaya y del Almazán, forman una cordillera en figura de círculo que termina en la serranía de Ronda” (4).
Algunas de estas antiguas denominaciones de la Sierra del Aljibe han hecho plantear al profesor J. Bustamante la posibilidad de que el significado que se encierra tras el nombre de esta montaña pudiera ser otro muy distinto al que tradicionalmente se ha venido aceptando. Señala este autor que “las variantes gráficas Algibel y Algeber que registra Madoz, apuntan a que no se trata del arabismo castellano aljibe “cisterna” ‹‹árabe andalusí /al-gibb/ ‹‹árabe clásico / al-gubb/, como había supuesto Asín… La forma dialectal andalusí la transcribe Pedro de Alcalá gébel y jebel… y solía sufrir una ultracorrección /gibl/… que ha dado lugar a los conocidos topónimos de montes Gibraltar, Gibralfaro, Gibraleón. Este étimo tiene mucho más sentido que el de “aljibe”, pues se trata del monte más alto de la zona, visible desde toda la redonda, es “El Monte” por antonomasia”. (5)
Atendiendo a este planteamiento, Bustamante atribuye en este contexto a “Algibe” el significado de “el monte”, haciéndolo derivar del árabe antiguo /al-gébel/ (árabe clásico /al-gabal/). Razones de carácter filológico y documental unidas a la relevancia geográfica de esta montaña, que la hacen destacar de manera nítida sobre el paisaje circundante, apoyan con fuerza esta propuesta.
A nuestro entender, existe aún más motivos para defender esta idea, tal como se desprende de la denominación del monte que nos ocupa en una de las fuentes documentales cristianas escrita en los momentos más cercanos a la dominación árabe de la zona: el Libro de la Montería.
Este célebre tratado medieval, atribuido al rey Alfonso XI y compuesto en el siglo XIV, ofrece datos de gran interés sobre la fauna, flora, geografía y toponimia de los distintos lugares que describe. En el capítulo XXIX de su Libro Tercero, que lleva por título “Delos montes de tierra de Alcala de los Gazules, e de Medina de Bejer” se menciona que "… el Arroyo de los Almezes, que es al Pie de la sierra de Alxibel es buen monte de Oso e de Puerco en todo tiempo, e es la una bozeria de la parte de la Sierra de Mon Santo, como da en los Riscos de los Almeces; e la otra de parte del Cerro Breçoso. E es la armada en el abertura, q salle fasta la sierra del Gibel". (6)
“Alxibel” y “Gibel” son dos denominaciones, documentadas a mediados del siglo XIV, -cinco siglos antes de que autores como Madoz o Bisso las apuntaran- que no hacen sino reforzar la tesis apuntada por el profesor Bustamante.
Descubrimos así que la Sierra del Aljibe, esa que destaca en el horizonte y que realza sus perfiles cada amanecer, encierra en su nombre una reveladora redundancia que subraya el importante papel que como hito geográfico jugo también para los árabes: la Sierra de “El Monte”.
Los lectores que hayan tenido la oportunidad de subir hasta su cumbre, y se hayan recreado en las magníficas vistas que se contemplan hacia los cuatro puntos cardinales convendrán con nosotros que, por muchas razones, El Aljibe, bien se merece esta de denominación de “El Monte” por excelencia con el que la bautizaron los árabes.
Para saber más:
(1) Diccionario Geográfico Estadístico Histórico MADOZ. Tomo CADIZ. Edición facsímil. Ámbito Ediciones. Salamanca, 1986, pág. 69.
(2) GARCIA DE DIEGO, V.: Toponimia de la zona de Jerez de la Frontera. Centro de Estudios Históricos Jerezanos. Gráficas del Exportador. Jerez, 1972. Pgs, 45 y 65.
(3) Diccionario Geográfico… págs. 12,13 y 255.
(4) BISSO, J...: Crónica de la provincia de Cádiz. Rubio, Grilo y Vitturi Ed. Madrid 1868. Ed. Facsímil Ed. Maxtor, Valladolid, 2002, pág. 32
(5) BUSTAMANTE COSTA, J.: “Toponimia árabe del cuadrante sudoccidental de la provincia de Cádiz”, en Janda. Anuario de Estudios Vejeriegos, 3 (1997), 27-42, pg. 31.
(6) Libro de la Montería.: Libro Tercero, Cap. XXIX, 88. Ed. Andrea Pescioni. Sevilla, 1582. Ejemplar conservado e la Biblioteca de la Universidad de Sevilla.
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
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y, en particular
- Por los paisajes y la historia del Jerez andalusí
- Por los Llanos de La Ina
- Gibalbín, “el monte del pozo”
- Por la Sierra de la Sal o de “Alazar”
Como siempre un trabajo excelente Agustín. Da gusto leer tus interesantísimas entradas. Muchas gracias por tu trabajo el cual nos hace enriquecernos un poquito más y conocer más detalles sobre nuestras queridas sierras. Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias Jesús... Yo si que disfruto con tus rutas. aunque "paso hambre de monte", me consuelo dando esos paseos virtuales tan bien descritos que plateas en tu blog.... Gracias por asomorte al nuestro.
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