
Es una historia conocida, una vieja historia. Un día se plantan unos árboles, -una hilera, un bosquete, unos pies aislados- que al cabo de unos años crecen y se hacen grandes, en algunas ocasiones muy grandes. Entonces, cuando ya nos hemos acostumbrado a su estampa, cuando ya
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Hay todo un amplio repertorio de normas de protección, de ordenanzas municipales de medio ambiente, de catálogos de árboles singulares, de estudios de impacto ambiental que, casualmente, en la inmensa mayoría de los casos, no son de aplicación a estos árboles que acaban maltrechos o tumbados en el

Lo hemos visto en las últimas décadas en La Marquesa, junto a la rotonda del monumento a Álvaro Domecq, en el Parque González Hontoria, en la Avenida de Europa, en el Camino de Espera, en el Altillo, en la avenida de la Rosaleda, en los accesos al Aeropuerto, en tantos sitios… Las “víctimas” han sido viejos olmos, cipreses que incordian en medio de una explanada que se asfalta, almeces centenarios que estorban ante cualquier obra… y eucaliptos. Sobre todo eucaliptos. Los últimos “afectados” han sido dos “gigantes vegetales” de más de 30 m. que crecen junto a la rotonda del Puente de Cádiz, al inicio de la Ronda Este y que han sido llamativa y tristemente podados. Como en casi todos los casos, no han faltado esta vez vecinos que lo aplaudan ni vecinos que lo denuncien.

Y es que el eucalipto es una especie con “mala fama”. A nadie se le escapa que el rechazo a estos hermosos árboles, se debe fundamentalmente a las plantaciones masivas destinadas a la industria papelera, realizadas la mayoría de las veces a costa de nuestro bosque autóctono por
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Un poco de historia.
Procedente de Australia, el eucalipto no alcanzó difusión en nuestro entorno hasta la segunda mitad del siglo XIX. En nuestro país no figura todavía en el inventario (1) del Jardín Botánico de Valencia (1841), uno de los más activos, ni se menciona en ninguno de los 111 paseos y jardines recogidos por Madoz en su Diccionario Geográfico (1845-1850) de los que se enumeran sus diferentes especies arbóreas (2). Tras su introducción en España, se extendió con gran rapidez por las provincias del litoral andaluz. La voracidad de la minería de Huelva reclamaba entonces enormes cantidades de madera para el entibado de las minas y las fundiciones. Estas urgencias forestales provocaron las plantaciones de especies arbóreas de rápido crecimiento a costa de sustituir el bosque autóctono por grandes extensiones de pinos y eucaliptos. La corriente "higienista" que desde finales del siglo XIX vio en lagunas y

marismas la fuente del paludismo y otras enfermedades, encontró también un firme aliado en los eucaliptos para la desecación de los humedales. Todo ello, unido a la facilidad de su

Los eucaliptos llegan a Jerez en el último tercio del siglo XIX y se plantan en muchos recreos y fincas de las cercanías de la población y en los jardines del Depósito de Aguas del Tempul, desde cuyos viveros debieron extenderse por los alrededores. Resulta llamativo que no figuren referencias al eucalipto en la larga relación de especies citadas por el jerezano Manuel Parada y Barreto en su obra "Ideas de Paisaje y Naturaleza" (1887), editada en una fecha en la que, sin embargo, creemos segura su implantación en nuestra provincia y su más que probable presencia en nuestra ciudad (3). A comienzos del siglo XX, la prensa local (4) ya recoge anuncios que así lo atestiguan: "Eucaliptus de varias clases se venden en macetas a 75 ptas. el ciento en el parque de los depósitos de agua del Tempul" (El Guadalete, 10-1-1902).

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El estudio sobre la "Vegetación forestal de la provincia de Cádiz" que en 1930 realizan los ingenieros de montes Luis Ceballos y Manuel Martín Bolaños, confirma la gran difusión de los eucaliptos en la comarca y recoge ya la presencia de hasta 15 especies en distintas localidades gaditanas. En esta nómina figuran ya Eucalyptus calophylla, E. ficifolia, E. Lehmanni, E. polyanthema, E. crebra, E. diversicolor... y especialmente
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E. globulus y E. rostrata -conocido también como E. camaldulensis- que se encuentran aclimatados en muchos parajes de la provincia. (7)

En los últimos años se ha venido desarrollando trabajos para eliminar varios miles de pies de eucaliptos que habían crecido en las riberas y habían provocado en muchos lugares el estrechamiento del propio cauce del Guadalete. (8)

Los eucaliptos en la ciudad y sus alrededores.


Aun estando sobradamente demostradas las alteraciones ecológicas que pueden suponer las


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Creemos, por estas razones, que hay que sustituir progresivamente los eucaliptos en enclaves

Junto a todo lo anterior creemos que muchos de nuestros eucaliptos son ya árboles singulares por distintos motivos. Bastaría considerar su monumentalidad para que gozaran de la protección que nadie niega, por ejemplo, a las grandes araucarias de jardines, conventos y viñas. Pero además de todo ello algunos eucaliptos, como los del parque González Hontoria, o los que recientemente han “mutilado” junto al Puente de Cádiz, están cargados de historia. Y están también ligados a muchos recuerdos, formando ya parte del paisaje de nuestra memoria.

Para saber más:
(1) Diccionario Geográfico Estadístico Histórico MADOZ. T. XV, pp. 416-17.
(2) Quirós Linares, F.: Las ciudades españolas a mediados del siglo XIX. Vistas de ciudades españolas de Alfred Guesdón ; planos de Francisco Coello. Valladolid, Ediciones Ámbito, 1991.
(3) Parada y Barreto, M.: Ideas del Paisaje y la Naturaleza. Imprenta de Melchor García Ruiz, Jerez, 1887.
(4) El Guadalete, 10/01/1902, pg. 3
(5) El Guadalete, 24/12/1903, pg. 2
(6) Martínez Gámez, V.: Recuerdo de unas excursiones botánicas. Imprenta y Litografía Jerezana, Jerez, 1915.
(7) Ceballos, L. y Martín Bolaños, M.: Estudio sobre la vegetación forestal de la provincia de Cádiz. I.F.I.E. 1930. Ed. Facsímil, Consejería de Medio Ambiente, 2000.
(8) Para información sobre los trabajos de restauración ambiental en el río Guadalete pueden consultarse algunos de los trabajos publicados en esta web, como el titulado ¿Qué están haciendo en el río?: restauración ambiental de las riberas del Guadalete.
NOTA: La imagen del alcalde de Jerez D. J. Fadrique Lassaletta y Salazar nos ha sido facilitada amablemente por su familia a través de nuestro amigo Antonio Mariscal.
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
Otros enlaces que pueden interesarte: Flora y fauna, Árboles singulares, Paisajes con Historia.
Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 7/12/2014
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