
En nuestro paseo de hoy les proponemos visitar los alrededores de la Junta de los Ríos y del Cortijo de Casablanca, en cuyas cercanías sitúan los historiadores la antigua ciudad romana de Lacca que dio su nombre originario al río Guadalete y que, según las fuentes clásicas, contaba con fuentes termales. Un manantial de aguas sulfurosas persiste aún en estos parajes, hasta el que nos hemos acercado para reencontrarnos con viejas historias.
Aguas medicinales.




Por el cortijo de Casablanca.
El manantial se encuentra ubicado en las tierras del cortijo de Casablanca, muy cerca de la

El cortijo de Casablanca, preside este rincón de la campiña, ocupando la zona más elevada de las lomas margosas del Mioceno sobre las que crecen sembrados de cereal y en las que es fácil ver pastando en los prados la yeguada y la torada de la finca.



Igualmente notable es el patio interior, en torno al que se organizan el resto de las estancias, al que se accede por un gran portón y que cuenta en uno de sus rincones con un viejo pozo.

Los cerros que rodean al cortijo se asientan sobre materiales triásicos -arcillas abigarradas, areniscas y yesos- que afloran en las cotas más bajas y que confieren a las aguas que los surcan cierto carácter salobre. En el invierno, las escorrentías de este pequeño regato, que actúa también como canal de drenaje de los campos cercanos, diluyen las aguas del manantial, que pasa entonces casi desapercibido. En los meses calurosos, cuando los caudales son menguados, las aguas sulfurosas, que siguen manando con pequeños borbotones y con un hilillo que no cesa, se estancan en pequeñas pozas y charcas en el lecho del arroyo. En ellas se ven brotar burbujas de aire, presentando esa característica capa blanquinosa en la superficie del agua que, como una tenue gasa de “nata”, cubre también los cantos rodados y las matas de

Décadas atrás, como nos cuentan los más viejos del lugar, “la gente venía y se ponía la nata blanca en la piel” o se llevaba el agua en cántaros, para tratar con ellas las

Aunque en nuestros días ha caído sobre ellos el olvido, estos manantiales sulfurosos eran conocidos ya siglos atrás y diversos autores han querido vincularlos, como veremos, a la época romana. De lo que sí queda constancia es de que el paraje no pasa desapercibido para Pascual Madoz, quien a mediados del XIX, lo cita en su “Diccionario Geográfico, Estadístico Histórico”, refiriéndose a Casablanca como un lugar con “Cortijo y baños”.

Siguiendo la historiografía local, menciona también que “ocupa el sitio de Turdeto, ciudad famosa en la antigüedad que coloca Mariana entre Jerez y Arcos; si bien por las últimas observaciones de sus vestigios corresponde al sitio del cortijo Mesa de Santiago” (1). Al referirse a las fuentes que afloran en las cercanías del cortijo, este mismo autor las describe como “manantiales de aguas termales”, indicando también que “sirven para curar todo humor cutáneo y úlceras de la periferia, aunque sean envejecidas, precediendo para ello una preparación médica” (2).
Tras las huellas de la ciudad romana de Lacca y su fuente termal.

Diferentes historiadores han vinculado estos parajes situados entre las tierras de Casablanca, Casinas y El Cacique con la ciudad romana de Lacca, si bien su emplazamiento es todavía discutido. En el origen de esta hipótesis pueden estar las referencias que aporta Al Himyari,


El profesor Genaro Chic García, siguiendo las tesis de Sánchez Albornoz apoya la idea del posible emplazamiento de Lacca en la zona del Cortijo de Casablanca (4). Aunque esta ciudad no figura en las fuentes literarias o epigráficas clásicas, conviene recordar que su nombre
Por citar sólo algún ejemplo, en las cercanías de Casablanca (junto a Casinas, en la Haza de la Cada o de la Cava, como menciona Gusseme) fue encontrado un fragmento de inscripción funeraria romana en la que podía leerse: “A los dioses Manes. Mumio Hermes, de 32 años, aquí está enterrado. Sea para ti la tierra leve” (6).
De esta lápida da cuenta ya el erudito arcense Tomás Andrés de Gusseme en un discurso (sobre las ruinas de Turdeto) escrito en 1755, conservado en la Real Academia de la Historia, en
Aún hoy, cuando se pasea por estos campos, no es difícil hallar fragmentos de cerámica, de ladrillos o de tégulas que nos evocan, como señalaba hace ya más de un siglo el

Con todo, del testimonio de Al Himyari, queremos destacar una de las razones que han llevado al profesor Chic García (como ya antes lo hiciera también Sánchez Albornoz) a vincular el actual enclave de Casablanca con la ciudad romana de Lacca: la presencia en este lugar de fuentes termales que el geógrafo ceutí señala como un elemento singular de aquel enclave.
Tal vez, el modesto manantial que aún se conservan en las cercanías del cortijo de Casablanca, la pequeña fuente de aguas sulfurosas o “hediondas” que hoy contemplamos (con riesgo de aterrarse por los acarreos que la erosión arrastra de los campos cercanos hasta el arroyo donde brotan), sea un testimonio que nos permita tirar del “hilo de la historia”.

Ese hilo que relaciona estos parajes con aquella ciudad de Lakka en la que Al Himyari nos recuerda que se encontraba “una de las mejores fuentes termales de al-Ándalus”. Ese mismo lugar en el que Madoz, hace apenas un siglo y medio, menciona también los “baños” de Casablanca y que nosotros, modestamente, hemos querido rescatar del olvido.
Para saber más:
(1) Diccionario Geográfico Estadístico Histórico MADOZ. Tomo CADIZ. Ed. facsímil. Ámbito,Salamanca, 1986. Pg. 191.
(2) Diccionario Geográfico Estadístico Histórico MADOZ. Tomo CADIZ, Pg. 49.
(3) ABELLÁN PÉREZ, J.: El Cádiz islámico a través de sus textos, Cádiz, 1996, pg. 80
(4) CHIC GARCÍA, G.: “Lacca”. Habis, 10-11, 1979-1980, pp. 255-276.
(5) BORREGO SOTO, M.A.: La capital itinerante: Sidonia ente los siglos VIII y X. Presea ediciones, Jerez, 2013
(6) GONZÁLEZ, J.: Inscripciones romanas de la provincia de Cádiz. Diputación Prov. de Cádiz, 1982, p. 281. Pgs. 286-287
(7) MANCHEÑO OLIVARES, M.: Antigüedades del partido judicial de Arcos de la Frontera. Arcos de la frontera. Imprenta de “El Arcobricense”. 1901, pg. 84.
(8) MANCHEÑO OLIVARES, M.: Antigüedades… pg. 89
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
Otras entradas relacionadas con ésta: Fuentes, manantiales y pozos, En torno a Arcos y Paisajes con historia
Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 21/06/2015
2 comentarios :
¡Estupendo trabajo como siempre! Paso frecuentemente por la carretera que va a la Junta de los Ríos y siempre me llama la atención la belleza del lugar y del cortijo de Casablanca. Igual un día paro y me asomo al manantial de aguas hediondas...
Después de leer vuestro estupendo trabajo, como dice el anterior comentarista, y habiendo leído varios trabajos sobre esa zona, me gustaría me ayudarais con vuestro conocimiento a hacer una pequeña ruta a pie desde la Junta de los Ríos. Si fuerais tan amables os agradecería me enviarais un enlace o dirección donde hayarla, para ello os dejo mi correo: leucipofran@gmail.com. Gracias por adelantado.
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