
La fitotoponimia, aquella parcela de la toponimia que se ocupa del estudio de los nombres de lugares relacionados con plantas o formaciones vegetales, aporta datos muy valiosos para el

El palmito: nuestra palmera autóctona.
El palmito (Chamaerops humilis L.), es una especie característica de la región mediterránea y es la única palma autóctona que crece en nuestro territorio. Presente en todos los rincones de la provincia de Cádiz, en la actualidad apenas constituyen masas puras y suele ser acompañante de otras especies propias del matorral mediterráneo en espacios y suelos muy variados, desde las cercanías del mar, hasta las laderas montañosas de la Sierra

de Grazalema, donde llega a crecer a más de 1.000 m de altitud. Con todo, se desarrolla con mayor profusión en las campiñas de Jerez, Medina y Alcalá de los Gazules, llegando a

En los parajes donde los palmitos se presentan con mayor densidad, puede hablarse de palmares o palmitares, formaciones vegetales de talla baja o media donde llegan a ser la especie dominante. Entre ellos suele haber abundantes claros cubiertos por un pastizal pobre y, en muchas ocasiones nitrificado, “ya que el uso más habitual de los palmitares es el de pastadero”. Entre las herbáceas que colonizan los claros junto a los palmitos las más numerosas son las liliáceas (Asphodelus –gamones-, Urginea –cebolla albarrana-, Scilla), las gramíneas (Stipa) y las compuestas (Anthemis, Anacylus –manzanillas-) (2).
La persistencia en la actualidad de palmares, de extensión cada vez más reducida y confinados

Un poco de historia.
El palmito y los palmares formaron siempre parte de nuestros paisajes. No es de extrañar por ello que existan muchas referencias en las fuentes documentales que confirmen su distribución
por todo nuestro término. Así, por ejemplo, se tiene constancia de su presencia en incontables parajes porque se les menciona en los expedientes de amojonamiento o en los pleitos por lindes

de tierras. Por citar sólo algunos casos de los estudiados por el profesor Emilio Martín Gutiérrez, en 1434 el juez de términos Alfonso Núñez utiliza en numerosas ocasiones a las palmas u otros arbustos y árboles como hitos naturales en la descripción de lindes. Se hace alusión así a cerros con palmares, ribazos o valladares cubiertos de palmitos, “cabeços palmosos”, “palmarejos”… Mención aparte merecen algunos ejemplares singulares y aislados citados en estos antiguos documentos (“en somo de una palma”, “en una palma grande”, “sobre una palmilla”…) que actuarían como mojones por ser elementos relevantes en los parajes descritos.


Las fuentes históricas describen también la paulatina desaparición de nuestros palmares de la mano de las roturaciones de baldíos y espacios incultos que practicaban tanto vecinos sin tierra

La progresiva desaparición de los palmares ya no tendrá vuelta atrás y durante los siglos posteriores la puesta en cultivo de baldíos, la pérdida de espacios forestales, el desmonte de dehesas y la





Palmitos, palmas y palmares en la toponimia.

Aunque en ocasiones su forma más sencilla, La Palma o Las Palmas, puede hacer referencia a la presencia de una palmera, lo más frecuente es que se haga alusión con este nombre al palmito, en especial con aquellos topónimos de los que se tiene constancia varios siglos atrás, cuando ni la palmera canaria (Phoenix canariensis) ni la datilera (P. dactylifera) estaban presentes en el medio rural. Así, La Palma está presente en Chipiona, Puerto de Santa María, Torre Alháquime o Jimena. En Jerez, tres viñas tienen el nombre de La Palma –Tizón, Añina, Balbaína- y una el de Las Palmas, aunque en estos casos creemos que se deben a las palmeras que había junto a ellas. En Tarifa un cerro tiene también este nombre.
Las Palmas bautiza al puerto que se encuentra justo en la linde de los términos de Jerez y Arcos, junto al depósito de aguas de Jédula y el Haza de La Palmas es un sector del cortijo de


Los palmares, lugares donde crecen palmitos, están muy extendidos también en la toponimia provincial. No es de extrañar por ello que con el nombre de El Palmar se conozcan muchos lugares y parajes como sucede en Espera, Conil, Vejer (donde llevan este nombre una conocida


A veces encontramos el topónimo en su forma diminutiva y así, en Benaocaz está El Palmarejo; en Ubrique, el Descansadero del Puerto del Palmarejo; en los Montes de Propios de Jerez, junto al arroyo del Quejigal, la Cabezada del Palmarejo; en Medina, Las Palmitas y en Jerez, frente a Cerro Viejo, el Haza Palmilla, por citar sólo algunos ejemplos. Otras veces este topónimo se presenta en su forma aumentativa, como en la Hijuela de Palmones (La Carrahola, Jerez) o en Los Barrios; o en plural dando lugar a Palmares o Los Palmares, como en Olvera, Algodonales o Los Barrios, población donde también da nombre a un cortijo.
El sufijo –oso, alude a “abundancia de”. Palmoso o palmitoso se utiliza por tanto para referirse a un lugar donde abundan (o abundaban) especialmente las palmas. El Palmitoso es el nombre
Otras derivaciones de estos mismos nombres están presentes también en toda la geografía provincial. Es el caso del paraje de Palmarote (Sanlúcar) o de los cortijos de Palmarón (Villamartín) o, el de otro topónimo de más dudosa procedencia: Palmetín (Medina, Chiclana).
Volveremos en otra ocasión a ocuparnos de esta curiosa planta para hablar de sus aprovechamientos desde el punto de vista de la etnobotánica y de sus muchas utilidades en la artesanía tradicional.
Para saber más:
(1) Ceballos, L. y Martin Bolaños, M. Estudio sobre la Vegetación forestal de la provincia de Cádiz, I.F.I.E. 1930. Ed. Facsímil, Consejería de Medio ambiente, 2000, págs. 180-184
(2) Ceballos, L. y Martin Bolaños, M.: Estudio…, Op. cit., p. 181
(3) Mapa Forestal de España, Escala 1: 200.000 Cádiz, Hoja 3-12, ICONA, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Madrid, 1992, p. 62
(4) Martín Gutiérrez, E.: La organización del Paisaje Rural durante la Baja Edad Media. El ejemplo de Jerez de la Frontera. Universidad de Sevilla-Universidad de Cádiz. 2004.
(5) Martín Gutiérrez, E.: La organización… Op. cit., p. 120
(6) Hemos extraído los fragmentos entrecomillados del cuento “Lucas García”, de Fernán Caballero, incluido en su obra “Cuadros de costumbres” pp. 209-210), editada en Leipzig, 1865, disponible en Internet .
(7) Comisión de la Flora Forestal Española. Resumen de los trabajos verificados por la misma durante los años de 1869 y 1870, Madrid, Tipografía del Colegio Nacional de Sordo-Mudos y de Ciegos, 1872, pp. 86 y 91. Debemos a nuestro amigo Pedro Oteo Barranco, la localización de este interesante estudio.
(8) Cerón, S.: Industria forestal-agrícola, Cádiz, 1879, p. 181. Agradecemos a nuestro amigo Francisco Jordi Sánchez las facilidades para consultar este libro.
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
Para ver más temas relacionados con éste puedes consultar Flora y fauna, Paisajes con Historia, Toponimia.
Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 4/12/2016
6 comentarios :
Gracias hermanos GARCIA Lazaro por la calidad de las entregas sobre temática tan variada como sugerente. OS sigo desde hace años con una fidelidad cuasi devocional.
Haceis un trabajo de calidad.
Muchas gracias Antonio CAntizano. Eres muy amable. comentarios como el tuyo nos animan a seguir aportando cosillas.
Que buen trabajo sobre el palmito y su presencia en nuestro entorno. Para guardar y consultar cuando haga falta. Gracias amigos.
Muy buen artículo, espero con ansias el próximo, gracias saludos
Muy buen artículo, espero con ansias el próximo, gracias saludos
Que buen artículo... Aunque ahora los palmitos están prohibidos, recuerdo cuando se vendían en la plaza y en los puestos de la carretera. Felicidades.
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