
Es bien conocido de los lectores que el término de Jerez ha contado desde antiguo con

Alcornocales, encinares, acebuchales y quejigales constituyeron, por este orden, las

En el paseo que hoy les proponemos vamos a tratar de rescatar la memoria de aquellos pinares jerezanos, hoy prácticamente desaparecidos, y de algunos de los pinos centenarios que aún se conservan en distintos rincones de la ciudad y sus alrededores.
Los pinares en los siglos XVII y XVIII.

Aunque, como se ha dicho, los pinares nunca ocuparon extensiones significativas en nuestro territorio, si contamos con muchas referencias que apuntan a su presencia en las cercanías de la



Sobre la ubicación de estos pinares jerezanos a finales del XVIII, ofrece una valiosa información Bartolomé Gutiérrez, en su Historia de Xerez (1787), si bien no aclara su superficie, ya que la presenta unida a la de otros cultivos: “De olivares Huertos y Pinares son ocho mil las aranzadas que se cuentan” (7). Con todo, son de gran interés sus referencias a los lugares donde se encuentran así como a sus propietarios, señalando que: “Los Pagos de Siembra de Pinares componen las suertes siguientes: El pinar de



Marina, y prive al dueño del usufruto; por tanto solo creen las ramas tortuosas de los lados que se aprovechan en hacer leña, sin que se encuentre un tronco de quatro varas, ni poderse cortar una biga para uso dalguno en los dilatados términos que ocupan dichos pinares” (10). Hoy día,

Los pinares jerezanos en el siglo XIX: “El Pinar”.
Tanto el número de árboles, como la superficie ocupada por los pinares iría disminuyendo, como se ha visto, a lo largo del s. XVIII y en las primeras décadas del XIX habría descendido a más de la mitad. Eso es al menos lo que se deduce de los datos estadísticos del Apeo de Garay, que los reducen a 79,5 aranzadas en 1818, tal como ha estudiado Dolores Lozano Salado (11). Los parajes donde permanecían estos pinares, ya residuales, seguían siendo los mismos, y estaban situados en los bordes de los

Una “prueba gráfica” del emplazamiento de algunos de estos pinares del diecinueve nos la aporta un curioso mapa militar francés, elaborado en el primer tercio del siglo XIX. En el aún se conserva memoria de aquellos bosquetes de pinos cercanos a la población. Así, a la izquierda del camino que desde la ciudad parte hacía Arcos, figura una gran parcela señalada como “Pinar”, pasada la alcantarilla de Los Alunados, y en las proximidades de la antigua Venta de La Cuchara, en un sector que hoy se correspondería con toda la zona de Chapín y Torresblancas, en la antesala de los Llanos de Caulina (12).

En esta misma zona de la campiña, un paraje se ha denominado desde antiguo “El Pinar”, nombre que hoy ha perdurado en una gran urbanización de unifamiliares. Ya en 1868, Parada y


Con todo, en el último tercio del siglo XIX, apenas debían quedar ya en este sector de la campiña sino pequeños rodales y ejemplares aislados, testigos decadentes de lo que fueron los antiguos pinares de Caulina. No es de extrañar por ello que la escritora Fernán Caballero apenas los mencione cuando en uno de sus cuentos, “Lucas García”, publicado en


Algo más de atención que la escritora gaditana debieron poner en la observación del paisaje de los Llanos de Caulina los ingenieros de montes y los botánicos que realizaron los trabajos de


De nuevo El Pinar, topónimo que aún persiste en el mismo lugar donde estuvo siempre, entre la Cañada de Albadalejo, el camino de Arcos y los pinares de Mirabal, hoy ocupados en parte por el Cementerio. Estos mismos pinares que apenas unos años después, en 1892, serán testigo de un importante acontecimiento. Como escribió Luis Morote, periodista de “El Liberal” destacado como corresponsal en Jerez para cubrir los sucesos de enero de 1892, El Pinar fue el escenario

Continuará...
Para saber más:
(1) Lasso de la Vega, M.: Historia nobiliaria española: contribución a su estudio, Imp. Y Editorial Maestre, 1953, p. 298, disponible en Internet.
(2) Parada y Barreto, D.I.: Hombres ilustres de la ciudad de Jerez de la Frontera, Imprenta del Guadalete, 1878, Edición Facsimil Extramuros, 2007, p.328.
(3) Orellana González, C.: “El Catastro de Ensenada en Jerez de la Frontera”, Colección de monografías nº 2, Separata de la Revista de Historia de Jerez, nº 8, 2002. P. 9
(4) Ibdem, p. 10
(5) Parada y Barreto, D.I.: Hombres ilustres de la ciudad de Jerez de la Frontera, Imprenta del Guadalete, 1878, Edición Facsimil Extramuros, 2007, p. LXXXIV.
(6) Diccionario Geográfico Estadístico Histórico MADOZ. Tomo CADIZ. Edición facsímil. Ámbito Ediciones. Salamanca, 1986, pp. 73 y 248. Esta estadística no es otra que la que ofrece el “Extracto de las estadísticas de riqueza inmueble y pecuaria de esta ciudad y su término”, 1754, A.M.J.F. Memoranda 4, fol. 95. Citada por la profesora e investigadora Dolores Lozano Salado en su libro La Tierra es nuestra. Retrato del agro jerezano en la crisis del Antiguo Régimen, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz-Diputación de Cádiz, 2001, p. 49.
(7) Gutiérrez, B.: Historia de la Muy Noble y Leal Ciudad de Xerez de la Frontera, (Jerez, 1886 edición facsimilar de 1989, t. I, p 19.
(8) Ibídem, pp. 26-27.
(9) Ponz, A.: Viage de España, Tomo XVII, 1791, Carta Quinta, 85, p 262. Disponible en Internet.
(10) Ibídem, Carta Sexta pp. 292-293. Disponible en Internet.
(11) Lozano Salado, L.: La Tierra es nuestra. Retrato del agro jerezano en la crisis del Antiguo Régimen, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz-Diputación de Cádiz, 2001, p. 49.
(12) Leve a vue de la route de Jerez de la Frontera au cortijo de la Peñuela : fesant partie de la communication de Jerez a Ronda, Escala 1:20.000, 1827, Centro Geográfico del Ejército.
(13) Parada y Barreto, D.I.: Cultivo de la vid. Noticias sobre la historia y el estado actual del cultivo de la vid y del comercio vinatero. Imprenta del Guadalete, Jerez, 1868, p. 101
(14) Hemos extraído los fragmentos entrecomillados del cuento “Lucas García”, de Fernán Caballero, incluido en su obra “Cuadros de costumbres” pp. 209-210), editada en Leipzig, 1865, disponible en Internet.
(15) Comisión de la Flora Forestal Española. Resumen de los trabajos verificados por la misma durante los años de 1869 y 1870, Madrid, Tipografía del Colegio Nacional de Sordo-Mudos y de Ciegos, 1872, pp. 86. Debemos a nuestro amigo Pedro Oteo Barranco, la localización de este interesante estudio.
(16) Pérez Garzón, J.S.: Luis Morote: la problemática de un republicano (1862-1913), Castalia, 1976, p. 48
(17) Aguilar Villagrán, J.: El asalto campesino a Jerez de la Frontera en 1892, Centro de Estudios Históricos Jerezanos, Jerez 1984. Pp. 25-26.
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
Aquí puedes ver otros artículos sobre Árboles singulares, Flora y Fauna, Paisajes con historia y Pinos y pinares. Un recorrido por la historia de los pinos centenarios de Jerez (2) y Pinos y pinares. Noticia de algunos pinos centenarios (y 3).
Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 19/02/2017
2 comentarios :
Que buen trabajo. ¿Tenéis pensado dedicar otro estudio como este a los encinares o alcornocales? ¡Gracias!
Si... ya tenemos avanzado el de los encinares, con datos muy curiosos sobre la utilización de su madera para aperos y para la construcción de lagares.
Gracias por visitarnos.
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