
En diferentes ocasiones nos hemos ocupado en estas páginas de los árboles y arboledas singulares de nuestro entorno y aún de algunos ejemplares que por su excepcionalidad han sido declarados “Monumento Natural”. Hoy nos acercaremos a conocer uno de los más

Para llegar hasta este árbol de proporciones colosales, tomaremos la comarcal CA-339 que une Algodonales y Coripe. Tras recorrer las estribaciones de la Sierra de Lijar la carretera va ganado altura y se interna por entre cerros cubiertos de la típica vegetación del monte mediterráneo hasta alcanzar el Puerto de la Araña, que marca el límite entre las provincias de Cádiz y Sevilla.

A partir de ese punto y tras dejar atrás el Cortijo del Castaño, iremos descendiendo hasta el valle del río Guadalporcún. La carretera cruza la Vía Verde en un punto en el que se alza la Estación de Coripe, a 3 km de este pueblo serrano.
En las orillas del Guadalporcún.





Una encina monumental.

Cuando se apuntan las notables dimensiones de este ejemplar de encina (Quercus ilex L. subsp. ballota), las cifras y los números, aunque sorprendentes, apenas puedan darnos una idea remota de la armonía de sus formas, de la equilibrada composición que conforman su grueso tronco, sus portentosas ramas y su gran copa aparasolada.

Lo primero que llama la atención del visitante es el diámetro de su tronco, próximo a 1,20 m. En la base, su perímetro supera los 4,50 m. y medido a 1,30 m del suelo, se aproxima su

Si nos situamos bajo su copa, que llega en su punto más alto hasta los 13 m de altura, podremos admirar la poderosa estructura que componen sus ramas que, armoniosamente distribuidas, dan lugar a una inmensa cubierta vegetal de casi 30 m de diámetro. No es de extrañar que la encina proyecte una superficie de sombra muy cercana a los 600 m2 bajo la que pueden llegar a caber hasta 2000 personas. Por esta razón no

es exagerado afirmar que, como presumen los vecinos de Coripe, al cobijo de la inmensa copa del Chaparro quepa literalmente todo el pueblo. Estas considerables dimensiones, ya de por si

En función del perímetro de su tronco, se ha calculado la edad del Chaparro de la Vega en torno a los 300 ó 400 años, si bien no faltan quienes le atribuyen más de 500. A buen seguro, el magnífico porte de esta centenaria encina ha permitido que sea respetada y cuidada a lo largo

Hace tan solo unos meses, la Consejería de Medio Ambiente, atendiendo a la petición realizada por el Ayuntamiento de Coripe, llevó a cabo algunos trabajos de mejora en el árbol con todas las precauciones para no dañarlo. Se eliminaron así las ramas más bajas por las que algunas personas se subían al árbol y se podaron también las ramas muertas y de los “chupones” que ponían en riesgo el buen estado fitosanitario de esta preciada encina. Con estas actuaciones se ha contribuido también a evitar que las ramas secas pudiesen caer sobre los numerosos visitantes que acuden a La Vega a disfrutar de la contemplación de este monumento natural.


En el paraje de La Vega.


de Fátima y congrega cada segundo domingo de mayo a numerosos visitantes de las poblaciones de la Sierra Sur de Sevilla y de la Sierra Norte de Cádiz. A decir de muchos, la

La visita a este Monumento Natural justifica, por sí sola, una excursión que podrá completarse con los atractivos que nos ofrecen otros parajes cercanos. Así, podremos realizar un cómodo recorrido por la Vía Verde desde la Estación de Coripe hasta el Peñón de Zaframagón (6 km en dirección Olvera), o si tomamos la dirección de Puerto Serrano, adentrarnos en el cercano túnel bajo el Cerro del Castillo que, con 990 m, es el de mayor longitud de cuantos atraviesa la Vía Verde y que se encuentra perfectamente iluminado.

Un paseo por las riberas del Guadalporcún, una visita a Coripe, un paseo por La Muela para conocer los restos del antiguo convento del Juncal o un recorrido por las pistas forestales de la cercana Sierra de Lijar, podrán ser otras tantas opciones con las que completar nuestra excursión al Chaparro de la Vega.

Ya de regreso a casa contemplamos este magnifica encina a vista de pájaro, cuando la carretera gana altura, camino de Algodonales. Desde la lejanía sorprende también su majestuosa copa dejando claro por qué fue declarada como Monumento Natural.
Para saber más:
(1) Árboles y arboledas singulares de Andalucía. Sevilla. Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía, 2003, p. 46
(2) El Chaparro de la Vega fue declarado Monumento natural en 2001 por el Decreto 226/2001, de 2 de octubre, por el que se declaran determinados Monumentos Naturales de Andalucía, BOJA N.º 135 de 22 de noviembre de 2001, p. 18834.
Observación: situando el cursor sobre una fotografía, podremos leer el pie de foto. Si pulsamos sobre cualquiera de ellas, podrán verse todas a pantalla completa.
Para ver más temas relacionados con éste puedes consultar: Arboles y arboledas singulares, Parajes Naturales, Flora y fauna.
Artículo publicado en DIARIO DE JEREZ, el 8/10/2017
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