Como es sabido, uno de los rincones más frecuentados por senderistas y excursionistas que visitan el Parque Natural de las Sierra de Grazalema es paraje conocido como los Llanos del Republicano, en Villaluenga del Rosario.
Llegamos hasta él desde este pueblo serrano, por una pista bien señalizada que arranca junto a la piscina municipal y nos lleva hasta el Puerto de las Viñas. Desde aquí arranca una pista forestal que, atravesando el frondoso bosque de encinas y alcornoques que se desarrolla en las faldas de las Sierra del Peralto, nos conduce hasta los Llanos. Cuando apenas hemos recorrido 1,5 km desde nuestra salida, un hermoso paraje se abre ante nosotros, a punto ya de abandonar el bosque, pudiendo contemplar una magnífica panorámica de los Llanos del Republicano y de las cumbres calizas de la Sierra de Libar.
Como telón de fondo se nos presentan de izquierda a derecha, el torcal de Cancha Bermeja, el pico de Mojón Alto, que sobresale en el relieve casi en la vertical de la Sima del Republicano que se abre a sus pies. A la derecha, más cercanas a nosotros, despuntan las cimas de los Navazos de Libar y el Peñón Bermejo montes todos ellos que marcan el límite entre las provincias de Cádiz y Málaga. Este es el paisaje habitual que pueden ver los senderistas que llegan hasta los Llanos del Republicano y que se acercan después hasta la Sima, con las únicas variaciones que el paso de las estaciones imprime al verde de los prados (1).
Es sabido que la circulación superficial de las aguas por los cauces del Arroyo de los Álamos y sus tributarios es canalizada por la Sima del Republicano (también conocida como del Cabo de Ronda) al interior del sistema kárstico. Estudios realizados por la Universidad de Málaga con trazadores apuntan a que sus aguas vierten al valle del Guadiaro, al otro lado de la Sierra de Libar, realizando un gran recorrido subterráneo de unos 18 km, para aflorar en la surgencia conocida con Fuente del Moro, en la Garganta de las Buitreras próxima a la Estación de El Colmenar, en el término municipal de Cortes de la Frontera (2).
Sin embargo, en estos días de intensas lluvias se ha producido un sorprendente fenómeno que, por lo inusual, podemos calificar de “histórico”. Durante algunos días, los llanos han aparecido cubiertos de agua en buena parte de su superficie y en especial en el sector colindante con los paredones calizos de la Sierra de Libar. La insólita visión de un enorme pantano que, como si de un nuevo embalse se tratase, sorprendió a los pocos que pudieron asomarse a contemplarlo en las escasas horas que se mantuvo este inmenso aguazal. Las causas eran no menos sorprendentes: la saturación del acuífero kárstico alimentado por la Sima del Republicano que, incapaz de canalizar los grandes caudales aportados por las lluvias, se “taponó” no pudiendo “tragar” más agua.
De este curioso fenómeno tenemos ya constancia hace justo un siglo, en 1917. De él da cuenta el insigne geólogo Juan Gavala Laborde quien al describir la Sima del Cabo de Ronda cuenta que “…esta sima presenta la particularidad de cegarse en ocasiones, quedando las aguas remansadas en los llanos que se extienden a lo largo de la sierra, y que, sin duda por este motivo se llaman las Eras del Pantano. Estos embalses duran poco tiempo, pues la misma presión del agua estancada pone en franquicia los conductos subterráneos” (3).
Y si bien, el fenómeno era conocido, no teníamos hasta ahora constancia gráfica del mismo. Gracias a las fotografías captadas por Daniel Gil, Bernabé Barea y Diego Mendoza, quienes gentilmente nos las han facilitado para ilustrar esta reseña y a quienes agradecemos el poder visualizar este excepcional fenómeno geológico.
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